Dos miradas en torno al jardín
Los paisajistas Teresa Galí y Fernando Pozuelo y sus métodos para domesticar la naturaleza
proyectado por Teresa Galí y convertido en un bosque de encinas que no se sitúan en el linde, sino que ocupan todo el espacio. Para mantener las encinas en buenas condiciones se usan las macetas
que permiten la creación de raicillas en todo el volumen
proyectado por Fernando Pozuelo. Terraza a dos alturas en la que impera el gris marengo de la lámina de agua vertical de pizarra y las jardineras retroiluminadas de acero Corten. Las líneas rectas se equilibran con las formas vaporosas de los cedros y las gramíneas laterales
Ingeniera agrícola y paisajista, Teresa Galí (Barcelona, 1968) lleva 25 años buscando nuevas fórmulas, cada vez más contemporáneas, de abordar su profesión. Su objetivo es conseguir que la naturaleza se exprese en todo su potencial: colores, texturas, ciclos vitales y estrategias de supervivencia. En definitiva, el lenguaje de las plantas. “Pero un jardín no son sólo flores y plantas, un jardín es una experiencia. Lo que yo intento es transmitir esta filosofía al cliente para que aprenda a ver y a disfrutar de su jardín –dice–, porque si el propietario no tiene una relación activa con la vegetación, no tiene un jardín sino un simple escaparate sin alma”. Ella no pretende hacer un jardín para un cliente, sino hacer el jardín con el cliente, involucrándolo en cada decisión. “Esto representa un gran cambio, debido a que el jardín se transforma así en un proceso creativo que se hace con el tiempo, cada fase tiene su valor. Es un proceso más lento pero mucho más gratificante.”
En sus jardines hay siempre un juego de contrastes entre lo natural y lo artificial, una mezcla entre las hierbas que crecen de forma espontánea y su sofisticado manejo, a base de trabajarlas o segarlas de forma creativa para conseguir formas y lugares distintos hasta equilibrar el resultado. “No hay reglas, todo vale, cada jardín es distinto porque ni los clientes ni los lugares son los mis-
Galí: “Si el propietario no se relaciona con la vegetación, no tiene un jardín sino un escaparate sin alma”
mos y en ellos tienen que estar también los caprichos y los gustos del propietario”, asegura. Y añade que en sus trabajos, el elemento económico no es lo importante, el jardín no tiene que representar una carga ni a nivel económico ni a nivel de imagen, lo que necesita es tiempo para dedicárselo. La gracia es que no hay un objetivo a largo plazo, sino el día a día. Los jardines, terrazas y patios proyectados por Teresa Galí- Izard son austeros y elegantes, adecuados para aquellos propietarios que están bien consigo mismo, que no tienen que demostrar nada. Ha trabajado en colaboración con prestigiosos arquitectos en jardines privados y urbanos, parques, y restauraciones de espacios degradados, entre los que destaca el jardín de San Telmo en Sevilla, el parque Odessa en Sabadell, el parque de los Auditorios en Barcelona, la plaza del Desierto en Bilbao, el parque de la estación del Ave en Sevilla o la restauración del vertedero del Valle d’en Joan, premio Europeo de Paisaje 2004. Su amor por el oficio queda reflejado en su libro, Los mismos paisajes (ed. Gustavo Gili). Para más información: 93-206-34-81.
No son jardines convencionales, son jardines con historias, recuerdos y sentimientos, “pasear por ellos es sumergirse en un poema cuyo único protagonista es el propietario”, afirma su autor, Fernando Pozuelo. Con más de 20 años de experiencia a sus espaldas, este paisajista madrileño crea jardines a medida, espacios basados en los recuerdos, los gustos y las ilusiones de los clientes, jardines que poseen una leyenda propia y están llenos de mensajes secretos. “El paisajismo –dice– es una combinación de todos los elementos que componen la naturaleza asociándolos de forma creativa a conceptos arquitectónicos y medioambientales. Yo añado un ingrediente más: el reflejo de la personalidad del dueño”. Utilizando estos componentes, Pozuelo ha puesto su sello en más de 300 obras a lo largo de los
Pozuelo: “Viviendas que no se vendían, una vez creado el jardín, han encontrado comprador en un mes”
últimos 10 años: desde pequeñas terrazas y áticos hasta jardines de viviendas particulares, sedes corporativas, hoteles, palacetes y fincas rústicas de hasta 200.000 m2, la mayoría en la Península y las islas Baleares. Su experiencia le lleva a constatar que el paisajismo aporta calidad de vida y, en muchos casos, un valor añadido a la arquitectura. “He tenido encargos de viviendas que no se vendían y, una vez creado el jardín, han encontrado comprador en tan sólo un mes, y eso en tiempos de crisis”.
En función del espacio disponible, Fernando Pozuelos clasifica sus proyectos en tres categorías: jardines ideográficos, adecuados para superficies pequeñas, que destacan por su calidad, su fácil manejo y bajo consumo de agua; jardines simbólicos, que además de las características anteriores, integran esculturas, juegos de agua y otros elementos decorativos que confieren al jardín un significado único y preciso. Por sus características, son ideales para superficies medianas y grandes, de entre 250 y 350m2, así como para clientes aficionados al arte y al mundo de la cultura.
Por último, los jardines escénicos, indicados para lugares a partir de 400 m2, en donde hay cabida para la literatura, el arte y las historias más íntimas, su autor los define como un viaje en el tiempo. Los tres tipos de jardines son de bajo mantenimiento y los tres contienen un toque artístico y personal muy claro, su diferencia estriba en la forma cómo actúan con el paseante”. Para más información, Fernandopozuelo. com. Tel. 91-112-35-82.