Déficit de tarifa: un agujero que echa chispas
El Gobierno busca soluciones para paliar el descubierto del sistema eléctrico, que ya asciende a 24.000 millones
El déficit de tarifa (diferencia entre ingresos y gastos del sistema eléctrico) se ha convertido en el epicentro de la reforma energética, que estos días echa chispas. El Gobierno mantiene un gran hermetismo de por dónde irán los cambios, pero el secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, y su equipo han pisado el acelerador y trabajan a fondo para tener la reforma lista en mes y medio aproximadamente. Y, si puede ser antes, mejor que mejor.
En los próximos días, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo recibirá el informe encargado a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) con sus re-
Unesa amenaza con ir a los tribunales si hay quita porque a las eléctricas se les obligó a financiar la deuda
comendaciones. Servirá para orientar, pero el Ejecutivo es consciente de que, una vez más, le tocará legislar.
El huracán lo levantó el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, hace dos semanas al dejar caer que habrá una quita, un descuento o una rebaja de la deuda histórica que en estos momentos alcanza los 24.000 millones de euros (casi el 3% del PIB). Y lo peor: que el agujero sigue creciendo.
El Gobierno central es consciente de que esta bola de nieve puede estallar un día en Bruselas. Hasta ahora, el déficit eléctrico no computa como déficit público, pero cuenta con aval del Estado. Si los dirigentes europeos cambiasen de criterio supondría incrementar el déficit público en uno de los momentos más delicados para España en este sentido, cuando Europa exige la máxima austeridad.
Así las cosas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es de la opinión que el sistema energético necesita una reforma de arriba abajo, pese al complejo cambio normativo que conllevará. Y este es el encargo explícito realizado al ministro del ramo.
Lo que más prisa corre es atajar que el déficit de tarifa eléctrico siga creciendo. Para ello, el Gobierno tendrá que cambiar el entramado legal y tocar, por ejemplo, la ley del Sector Eléctrico, así como un buen puñado de reales decretos relacionados con el sector energético. Estos afectan a las distintas tecnologías, desde la eólica a la fotovoltaica pasando por la termosolar y otras fuentes de energía, como las plantas nucleares, los ciclos combinados de gas o las centrales hidráulicas.
Incluso irá más allá y la mayor parte de economistas coinciden en la tesis de que además de diseñar alguna tasa verde el Gobierno ya tiene sobre la mesa una inminente subida de impuestos especiales que gravan, entre otros productos, la gasolina y el gasóleo.
“Encajar el sudoku energético no es fácil”. O frases como “Vaya papelón el del ministro Soria”, se escuchan estos días entre expertos del sector energético.
Por ello, sería conveniente llegar a un pacto de Estado energético para arreglar la situación, pero esto no es fácil porque afecta a todo el tejido empresarial español y a sus costes.
¿Se imagina una subida en la factura de la luz del 20% o del 30% o hasta del 100% en el hogar o empresa para arreglar este problema? Como no será así, los actores implicados viven en plena batalla: las potentes empresas eléctricas tradicionales frente a la incipiente industria de renovables; eólicas frente a fotovoltaicas y termosolares; eléctricas puras frente a gasistas. Incluso se lanzan dardos contra las petroleras.
Y entre los nombres de las empresas implicadas figuran tanto eléctricas y gasistas (Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola, HC Energía y Eon España) como constructoras que desembarcaron en el sector energético (Acciona, ACS, FCC, Sacyr...). U otras relacionadas con el sector energético como las petroleras Repsol y Cepsa. También están en el foco de mira y a la espera de por dónde irán los tiros, otras firmas como Abengoa, Isofotón o Gamesa, cuyos ingresos proceden ya más de fuera de las fronteras españolas que de dentro, porque los continuos vaivenes legislativos en España les empujaron a salir a otros mercados. Incluso los operadores de los distintos sis-
Encajar el sudoku energético no es fácil, pero el Gobierno presentará la reforma esta primavera
temas, como Red Eléctrica Española (eléctrico), Enagás (gasista) o CLH (productos petrolíferos) están expectantes, pues saben que la reforma, posiblemente, salpique a todo el sector.
La citada alianza energética ya se intentó entre los distintos partidos del Gobierno en el Congreso el año pasado y no tuvo éxito. También dieron algunos pasos en este sentido el anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, con el entonces portavoz de economía y ahora ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, pero nunca llegaron a buen puerto. Ese acercamiento sólo sirvió para que el actual director de la oficina económica en Moncloa, Álvaro Nadal (entonces en el equipo económico de Montoro), sea consciente e informe al presiden- te del Gobierno de que la reforma “es imprescindible”. De hecho, Nadal fue el artífice de la reciente moratoria a la tecnología termosolar a principios de año. Un pequeño ahorro de 160 millones de euros, pero significativo por ser un primer paso. Por la gravedad del problema, Soria avisó: “El Gobierno legislará”.
El nuevo ministro de Energía se ha topado con el poderoso lobby eléctrico de Unesa, al que pocos gobiernos anteriores se han atrevido a meter mano. La patronal eléctrica ya amenazó con ir a los tribunales si el Gobierno planea una quita.
Pero Soria ha jugado su baza: la CNE es la que ha estudiado las