El tiempo en el paisaje
No hay que perderse la exposición de Mark Klett que presenta la galería Tagomago hasta el 8 de marzo. Comisariada por Natasha Christia, incluye Charting the Canyon, la última serie de este excelente fotógrafo estadounidense, un ejercicio de refotografía realizado junto con Byron Wolfe en el Gran Cañón. Las imágenes superponen paisajes con o sin figuras fotografiados en el mismo lugar en dos siglos distintos.
A Klett le gusta regresar a los paisajes clásicos, los desiertos del oeste norteamericano que aparecían en las fotos de Ansel Adams y en las películas de John Ford. Pero su modo de sentir y pensar el paisaje es distinto y se expresa con imágenes distintas: unas piernas colgando al borde de un abismo, una afinidad geométrica entre una roca y una tienda de campaña, una pistola perfilada ante un ocaso.
Tiempo y paisaje son los dos ejes de toda la obra de Klett. En la serie en blanco y negro, el tiempo se hace visible en una sola fotografía. Es tiempo de exposición, duración y ya no instante, tiempo continuo o fragmentos de tiempo superpuestos en un solo espacio. Vemos los distintos momentos porque aparecen dos soles, o varios cuartos de luna y la curva de una órbita, o distintas manchas de luz en la pared de un dormitorio, que marcan varios momentos de la noche, el alba y la aurora.