CON FIBRA ÓPTICA
Himawari significa girasol en japonés y, al igual que esta planta, el captador está programado para seguir la posición del Sol. Para ello, el captador Himawari está dotado de un sensor solar, un reloj interno y un microprocesador que calcula la posición del Sol. Una vez captada la luz, esta es transportada mediante cables de fibra óptica hasta la estancia que se desea iluminar.
La principal ventaja de este sistema es que los cables de fibra óptica, al ser delgados y flexibles, permiten transportar libremente la luz hasta cualquier estancia que esté ubicada, como mucho, a 150 metros de distancia. Por otro lado, al igual que el tubo solar, la iluminación que proporciona está libre de rayos ultravioleta, así que los muebles y las moquetas no pierden color. Su único inconveniente es que el sistema precisa de energía para que el captador se pueda mover en busca del Sol. El consumo energético es mínimo en comparación al que se necesitaría para iluminar la misma estancia artificialmente y una pequeña instalación de placas solares sería suficiente.
Antes de implantar un captadador Himawari –producto que en España es distribuido por Teclusol– es recomendable realizar estudios de la incidencia del Sol en el edificio y efectuar los cálculos necesarios para dimensionar todos los componentes de la instalación.