Estilo es algo más que un coche fardón
Las marcas de coches de lujo baten récords de beneficios y en España las matriculaciones crecen un 83% impulsadas por los deportistas y los colectivos de chinos y rusos
Son mucho más que supervivientes de la crisis. Las marcas de coches de alta gama, las llamadas premium, acaban de vivir un año magnífico en términos de rentabilidad y mantienen unas muy buenas expectativas ante el ansia de lujo que manifiestan grandes mercados emergentes como China, India y Rusia.
Que los petroleros rusos o los nuevos industriales chinos se lancen en masa a comprar vehículos que por lo bajo cuestan 60.000 euros puede parecer hasta normal, pues al fin y al cabo son países que se están poniendo al día en número de multimillonarios. Pero las ventas también han aguantado bien en Europa e incluso en España crecieron el año pasado un 83%, en un ejercicio nefasto para la economía española.
“Sigue habiendo ricos y estos siguen comprando”, dice Xavier Oliver, profesor del Iese, que pone como ejemplo a uno de sus amigos. “Tiene siete Ferrari, un Porsche Panamera, una colección de motos y perlas de fórmula 1. Alguna noche coge uno de sus Ferrari, conduce hasta Zaragoza y vuelve, sólo por placer”. “A los que tienen dinero la crisis les afecta de otra manera. Siempre se ha dicho que en tiempos de crisis aparecen oportunidades y los que tienen una buena bolsa de dinero son los que mejor las aprovechan”, coincide Josep Soler, socio responsable del sector del auto en PWC.
Oliver matiza que “pese a la crisis de un modelo financiero y de unas fábricas con productos poco competitivos hay mucha gente a la que las cosas le siguen fun- cionando bien al tiempo que aparecen nuevos negocios, sobre todo en internet, en los que la gente se gana muy bien la vida”.
Lo cierto es que el mercado del lujo siempre ha sido más estable que el de gran consumo, como destaca Juan José Díaz-ruiz,
Deportistas y profesionales toman el relevo de los constructores como principales clientes
consultor y presidente de J.J. Díaz-ruiz and Partners, Y ahora hay dos incentivos adicionales: “Hay buenos descuentos también en esta gama y son coches que ofrecen un mayor valor residual”. Es decir, se pueden vender muy bien de segunda mano.
Acotar qué es lujo y qué es solo alta gama resulta algo complejo, teniendo en cuenta que marcas como BMW o Mercedes han ido lanzando modelos cada vez más compactos y asequibles. Por lo general, se considera alta gama a partir de unos 60.000 euros y lujo, a partir de unos 100.000 y hasta cifras de escándalo, como los 350.000 euros de un Aston Martin numerado o los 2,3 millones de un exclusivo Lamborghini Aventador. Pero no es sólo cuestión de precio. Para Xavier Oliver, “lujo no es tener un coche fardón, es tener un vehículo bonito y super bien equipado, ir a buenos restaurantes, consumir de forma distinta...”. Es, en definitiva, un estilo de vida.
En ese mundo en el que el precio no cuenta, hay sin embargo un cambio de protagonistas y de actitudes. “Durante la burbuja, los grandes compradores de co-