Origen privado y función pública
CSIC; el Departamento de Economía y Empresa de la UPF, y el Centro de Investigación en Economía Internacional.
La colaboración creciente de estas cuatro unidades y el establecimiento en el 2005 del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, que ponía el máster en el centro de la formación universitaria, abrió las puertas a un reto conjunto: crear la escuela de posgrado en economía líder en la Europa continental. La formación doctoral ya existente en las unidades, y en particular el máster de Economía de la UPF, fue la base de la nueva oferta. La fórmula organizativa escogida fue una fundación, la Barcelona Graduate School of Economics, compuesta por las dos universidades y los dos centros de investigación, que contó también con la implicación decisiva de la fundación de empresarios Femcat, a la que se sumaron Agbar, Caixa Catalunya, Banc Sabadell y La Caixa. Al año siguiente se añadió la Generalitat de Catalunya y, más adelante, el Ayuntamiento de Barcelona.
La Barcelona GSE empezó su actividad en otoño del 2006 con el fin de convertirse en una institución de primera línea mundial en posgrado de excelencia en economía y ciencias sociales. Nos marcamos dos grandes objetivos: generar una oferta atractiva y competitiva de programas máster de estándar internacional e incrementar la masa crítica de investigadores de primer nivel mundial, reforzando la intensa actividad de investigación que ya llevaban a cabo las cuatro unidades académicas.
La Barcelona GSE está entre los diez mejores centros de economía del mundo en producción científica
Las primeras acciones se centraron en el posgrado, sumando a los dos máster de investigación ya existentes en la UPF –itinerarios doctorales– una nueva oferta de máster profesionales que prepararan analistas económicos altamente calificados . La oferta de programas de máster de la Barcelona GSE se ha expandido en paralelo al crecimiento de estudiantes llegados de todo el mundo, convirtiéndose en uno de los núcleos de posgrado de excelencia más internacionalizados de Europa. Y grandes firmas de consultoría, agencias gubernamentales, bancos y organismos internacionales los han incorporado en sus equipos de profesionales.
El segundo objetivo tiene una doble vertiente. Para incrementar la masa crítica investigadora y competir con las principales instituciones académicas, establecimos un fondo patrimonial perpetuo o endowment, una figura en que el capital acumulado nunca se gasta y sólo se utilizan los rendimientos generados. Las aportaciones aprobadas por amplia mayoría en el Congreso de Diputados y las del altamente competitivo AXA Research Fund han permitido construir un endowment de 13 millones de euros.
Por otra parte, la actividad de investigación de vanguardia que se lleva a cabo en nuestras cuatro Nacida a finales del año 2006 gracias al apoyo de la Universitat Pompeu Fabra y la Universitat Autónoma de Barcelona y sus dos centros de investigación, así como por diversas entidades como Agbar, Catalunya Caixa, Banc Sabadell, La Caixa, Femcat y la administración pública catalana, la Barcelona Graduate School of Economics es, según sus dirigentes un nuevo modelo de educación público-privada que ha demostrado dar grandes frutos. “La Barcelona GSE se ha convertido en un ejemplo de cómo a través de una herramienta, financiada casi al completo por capital privado, se puede reforzar la formación académica pública y posicionar a Barcelona en los primeros puestos del ranking de la formación económica mundial”, dice su presidente, Ramon Marimon,
Con el fin de ofrecer una mayor oferta académica, y atraer a más talento a la capital catalana, la Barcelona GSE aumentará sus instalaciones, en un futuro próximo, ocupando dos plantas del nuevo edificio que se está construyendo en el campus que la UPF posee en Barcelona y que está previsto inaugurar en el año 2014. “En sólo cinco años nos hemos convertido en uno de los centros de educación superior más internacionalizados de Europa y esta tendencia de crecimiento seguirá en los próximos años”, confirma Marimon. unidades ha sido reconocida recientemente por el prestigioso ranking bibliométrico REPEC, que coloca a Barcelona GSE entre los diez mejores centros de economía del mundo en producción científica. Asimismo, los recursos provenientes de la acreditación de excelencia Severo Ochoa reforzarán la investigación de alto impacto internacional, promoviendo más cooperación entre los investigadores y generando nuevas iniciativas que aspiren a hacer de Barcelona la capital de la investigación económica de la Europa continental.
Los logros de la Barcelona GSE en sólo cinco años muestran el potencial de combinar elementos ya existentes con fórmulas innovadoras. Primero, la cooperación de grupos de investigación de vanguardia, superando las limitaciones institucionales. Y un partenariado público y privado, reflejado en un patronato exigente y en las esponsorizaciones de la numerosa oferta de becas. Y todo eso, consiguiendo también que este año lleguemos al 100% de autofinanciación.
Aun así, desde su creación, el incremento de peticiones para estudiar en el centro se ha multiplicado de forma exponencial, siendo más de 3.400 las personas que no han podido admitir. “Somos la única escuela que ofrece una formación de estas características en España, mientras que en Europa sólo competimos de forma directa con la London School of Economics. Esto, sumado al excelente claustro de profesores con el que contamos, y el atractivo que posee la marca Barcelona en el panorama internacional, nos ha dado una reputación internacional de primer orden”, puntualiza Marimon.
Además, y a pesar de la crítica situación económica que atravie-
“En Europa sólo competimos de forma directa con la London School of Economics”, dice su presidente
sa medio mundo, el director de la Barcelona GSE afirma que más del 95% de los alumnos que han pasado por la escuela se ha integrado rápidamente en el mercado laboral. “Formamos a un tipo de profesional muy demandado actualmente por las empresas e instituciones públicas y privadas, que más que nunca necesitan perfiles financieros capaces de analizar la situación del mercado y su evolución”, admite Vallory.
Con todo, lo que más preocupa al director de la Barcelona GSE es dónde va a parar dicho talento, tras su paso por la escuela. “Actualmente, la gran mayoría de las ofertas que reciben nuestros alumnos son de organismos y empresas de fuera de España. Lamentablemente, muchos de nuestros alumnos no se quedan aquí por culpa de problemas burocráticos, como un permiso de residencia que llega seis meses tarde y les imposibilita trabajar aquí. Estamos intentando solucionar este tema con la administración catalana, para no perder ese talento que se está formando en nuestra casa”, dice Vallory.
Otro de los objetivos que la Barcelona GSE se marcó desde sus inicios fue erigirse como uno de los polos mundiales de investigación en economía. El pasado octubre, la escuela fue seleccionada como una de las ocho instituciones de investigación de excelencia de impacto internacional por el programa Severo Ochoa, impulsado por el Gobierno español, y dotado con cuatro millones de euros. “Los recursos provenientes de este programa nos posibilitarán incrementar la investigación de alto impacto internacional, generando nuevas iniciativas que aspiren hacer de Barcelona la capital de investigación económica de la Europa continental”, concluye el presidente de la Barcelona GSE.