La carrera hacia el pago por móvil
Los operadores se asocian para competir con Google y los nuevos actores que aparecen en escena
Acomienzos del 2011 se desarrolló en Sitges una prueba piloto de pago con teléfonos móviles, mediante un acuerdo entre Telefónica, La Caixa y Visa. Fue sólo una prueba sociológica, sin continuidad comercial. Aunque las incógnitas que plantea el modelo de negocio de los pagos por móvil son tantas como entonces, el paisaje competitivo está mejor perfilado. Hasta ahora, los operadores de telefonía móvil habían ejercido un papel vertebral, a través de los mensajes premium y la facturación a sus clientes de los servicios de terceros. Pero la cadena de valor se ha ampliado y la factura telefónica es sólo uno de los mecanismos posibles para que comerciantes y proveedores de contenidos reciban su paga en el comercio electrónico móvil.
Hay consenso en que el futuro pertenece a la billetera electrónica, pero no sobre quién o quiénes han de abanderarlo, ni sobre el modelo de relaciones que prevalecerá. Los operadores creen que seguirán ocupando el centro de la escena, porque nadie está mejor situado que ellos gracias a su vínculo permanente con los consumidores. Y pocos sistemas informáticos de facturación son tan eficientes como los suyos.
Pero tal vez no baste con esas cualidades. Parece lógico que los operadores formen parte del negocio de los pagos móviles y que sean remunerados con parte de los ingresos por transacciones, pero entre medias han aflorado otros candidatos: Google, Paypal, Facebook, Amazon y, a su manera, Apple. El negocio de estos nuevos actores no es la telefonía; para ellos, las redes son un vehículo de transporte, y como su oferta de medios de pago es –en principio– gratuita para comerciantes y usuarios, el corolario es que el modelo cambia. Casi nada será como se esperaba en Sitges.
Para empezar, lo que Google pretende con su billetero electrónico, Google Wallet, es financiar su gratuidad con publicidad. El servicio ya funciona en algunas ciudades de EE.UU. y su siguiente destino sería Europa. Para ponerlo en marcha se ha asociado con Citi y Mastercard y con varias grandes superficies. Se puede colegir que el principal objetivo de Google al lanzar su propio móvil Nexus S –fabricado por Samsung y dotado de un chip NFC (Near-field Communication)– era abrir paso a un medio de pago propio; otros teléfonos Android llevarán la misma función incorporada, y entonces se verá su penetración.
Paypal, el sistema de pagos on line más conocido, está interesado en este otro negocio: espera procesar unos 5.410 millones de euros en pagos por móvil este año, pero aún no ha concretado con quién y cómo piensa aliarse para competir con Google. Es cada vez más evidente que Facebook apunta a una presencia autónoma en los móviles y que ese objetivo pasa por tener un sistema de pago propio.
Ante este panorama, Amazon moverá ficha en cualquier momento. ¿Y Qué hará Apple? La empresa aún no ha revelado su estrategia, pero se da por cierto que la inclusión de un chip NFC en el próximo iphone, unida a la popularidad de su tienda itunes, serán sus puntos de apoyo.
Obviamente, los operadores no quieren verse reducidos al papel de transportistas de servicios que otros rentabilicen, pero saben que sus redes van a estar en cualquier ecuación. Por esto, “han de repensar su papel en la cadena de valor de los pagos móviles”, opina Eden Zoller, analista de la consultora Ovum, quien
Hay consenso en que la billetera electrónica es el futuro, pero no sobre quién o quiénes han de abanderarlo
elogia la billetera electrónica de O2, la filial británica de Telefónica, como “la iniciativa más completa de un operador hasta el momento”. Además de su función de medio de pago, O2 Wallet sirve para transferir dinero, comparar precios y acceder a ofertas y promociones, con capacidad para vincular las transacciones a las tarjetas Visa y Mastercard del usuario. “Es la mejor fórmula que conozco contra la amenaza de Google”, sentencia Zoller.
En principio, la colaboración entre operadores debería ser la mejor fórmula competitiva, pero no significa que sea fácil de llevar a cabo. La idea es que la suma de recursos y base de clientes aporten la escala necesaria para asentar sus posiciones frente a las fuerzas noveles. En EE.UU., los tres principales (Verizon, AT&T y T-mobile) promueven la iniciativa ISIS, abierta a las distintas entidades emisoras de tarjetas. En el Reino Unido, Vodafone, O2 y Everything Everywhere (fruto de la fusión entre las filiales de Deutsche Telekom y Orange) han creado el Project Oscar.
El obstáculo puede estar en la Comisión Europea (CE), que considera este asunto como la piedra angular para el desarrollo del mercado común, y ya se sabe que la cantería es un oficio muy lento. Travik, coalición holandesa entre KPN y la filial local de Vo- dafone junto con los tres grandes bancos del país, fue trasladada por el Gobierno a la CE, que lleva casi un año sin pronunciarse. Entretanto, el Project Oscar también ha sido sometido a su aprobación. Otros consorcios, en Alemania, Suecia, Dinamarca y Hungría, esperan en la antesala. A quien el dato pudiera interesar: según la consultora Gartner, en el 2011 hubo en Europa Occidental 7 millones de usuarios de pago mediante móvil, comparados con los 62,8 millones asiáticos.
A finales de abril, Visa Europa confirmaba que su servicio de billetera digital V.me se comercializará en el Reino Unido, Francia y España a partir del otoño. El servicio, disponible a través de los bancos asociados, inicialmente será accesible a través de un navegador en cualquier dispositivo, una manera sutil de sortear conflictos. Un rasgo peculiar de esta propuesta es que aceptará que el usuario vincule la carga de la billetera a varias tarjetas –no sólo Visa– de las que sea titular.