La calle Séneca se reinventa
Una nueva ruta para amantes del diseño, las nuevas antigüedades y los objetos bellos
Es una callejuela alegre y silenciosa, en donde un grupo de interioristas, artesanos de la restauración y galeristas, se unen para desplegar todo su talento: sillas vintage, mesas francesas, cachivaches pop, diseños nórdicos años 50, lámparas con nombre y apellido o excepcionales piezas únicas. La calle Séneca no tiene desperdicio.
Josep Lluís Xuclà es uno de los veteranos, llegó aquí hace veinte años, “cuando la calle era todavía de segunda división, llena de coches y ruido”, recuerda. Su despacho de interiorismo Diagonal está especializado en proyectos de iluminación de jardines, también distribuye lámparas de prestigiosos diseñadores como Ingo Mauer o Mooi. Su vecino, Shukri Girgis, abrió Ox hace diez años, un local de dos pisos dedicados al mobiliario de
Interioristas, artesanos y galeristas se unen para desplegar todo su talento
diseño escandinavo años 50, 60 y 70. Mesas, sillas, lámparas o sofás de aire retro, líneas simples, funcionales y ergonómicas que, tras una época de olvido, han vuelto con fuerza gracias a la corriente vintage.
Los grandes íconos del mobiliario del siglo XX son la especialidad de laggalería de Miquel Alzueta, y a ella llegan coleccionistas de todo el mundo en busca de piezas originales que son auténticas obras de arte. Él es el agitador cultural de la calle Séneca, socio de Natalia Dualde y Meriam Zeijli en la recién inaugurada Casablanca (Séneca, 18), un lugar para la decoración, la iluminación, el arte, las antigüedades suecas y los rediseños años cincuenta a precios asequibles.
Sonia Perez-catalá y Luis Parra acaban de llegar, pero su tienda-taller Antique Boutique (Séneca, 16) que llevaba ya doce años en la esquina, era ya todo un referente, una mezcla iconoclasta de estilos, objetos y mobiliario, que rompe los esquemas del clásico anticuario. “Todo lo elegimos según nuestro olfato, lo restauramos en nuestro taller y también asesoramos en la decoración a los clientes”, dice Sonia. Al fondo, un espacio cedido a Miquel Alzueta para su galería fotográfica Anonymous. El mobiliario infantil de Nobodynoz y los complementos étnicos de Paulina Barcelona contribuyen a dar personalidad a la calle.