Casi 11.000 millones de vencimientos hasta el 2014
El saldo vivo actual de los bonos patrióticos –los que se comercializaron en su momento a través de redes bancarias entre inversores particulares– alcanza en la actualidad los 11.000 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad corresponde a Catalunya, con casi 7.500 millones. La Generalitat no ha dicho todavía qué piensa hacer cuando llegue el momento de la amortización de estas emisiones. Cabe la posibilidad de que, como ya hizo en el pasado, realice nuevas emisiones con las que atender puntualmente a sus obligaciones.
Otra opción es la de buscar alternativas de financiación de la mano del Estado o, si la situación mejora sustancialmente en los meses que faltan, volver al mercado mayorista. Esta opción parece, hoy en día, muy poco probable. El problema principal al que se enfrentan las comunidades en su calidad de emisoras es que en los últimos meses las agencias de rating han dejado sus calificaciones por los suelos, en el nivel considerado bono basura o al borde del mismo. Esto hace que las emisiones entre los inversores institucionales sean casi imposibles, al exigir rentabilidades tremendamente onerosas, fuera de mercado. Pero los vencimientos hay que atenderlos. Desde algunas autonomías se reclama desde hace tiempo que puedan emitir de la mano del Tesoro de España.