Menos ‘black’ y menos ‘friday’
Los comerciantes ya abren incluso en Acción de Gracias por el temor al menor gasto y a internet
Las grandes rebajas no son para aficionados. En un país como Estados Unidos, y más en Nueva York, donde los compradores desarrollan su instinto en la jungla comercial cotidiana de las ofertas y los cupones, el black friday –viernes negro en lo literal, o jornada de ventas que marca el inicio de la temporada navideña en el sentido figurado– se ha convertido en una cita para los especialistas en el sector de las gangas.
“Me gastaré 1.000 dólares y espero sacar un beneficio de 3.000 a 4.000 con la reventa. Me compensa estar 13 horas en la cola. No tengo acceso a trabajos mejor remunerados”.
El que habla es Bryan, de 29 años. Hace seis que se dedica a guardar la espera frente al Best Buy del Upper West de Manhattan, establecimiento de referencia en televisiones, informática o videojuegos de la avenida Broadway. Esta vez ocupa el puesto número seis en la fila. A
Los compradores guardan colas de horas para llevarse las grandes ofertas y luego revenderlas
la vista de sus cuentas se entiende que prescinda de comerse el pavo de Acción de Gracias, que se celebró este jueves, víspera del viernes negro en que se activa la locura consumista.
“Ahora me resulta más fácil colocar lo que compro –añade–, porque con la Craiglist (sitio de venta por internet) sólo tengo que poner las fotos del material, sin que deba pagar nada”.
De su experiencia se extrae una evolución económico-social. Asegura que, cuando empezó en esta labor, la cola estaba dominada por los asiáticos, perseverantes como pocos incluso en tiempos de bonanza. Pero en los últimos tres o cuatro años, el paisanaje ha cambiado. Ahora hay más blancos, como Bryan, y, en especial, muchos negros e hispanos. “El efecto de la crisis”, explica el cazador de rebajas. En esta línea, protegida con vallas y policía, hay unas 200 personas cuando faltan seis horas para la medianoche, que es cuando este local desbloqueará puertas.
Aquí aparece otro elemento de la evolución. Esta temporada 2012 se ha producido la consolidación del fenómeno “menos black y menos friday”. Menos ganancias porque, según las estimaciones, el crecimiento de las ventas este viernes en EE.UU. alcanzará el 3,8%, lo que significa 11.400 millones. Comparado con el 2011 es prácticamente la misma cantidad o incluso algo menor en porcentaje. En el global del periodo vacacional, las ventas previstas ascienden un 4,1% o 586.000 millones, indica la Federación Nacional de Minoristas. Esto supone el incremento más pequeño desde que en el 2009 se dio por finalizada la recesión. En el 2011 fue del 5,6%.
También es menos viernes. Una circunstancia que se apuntó en el 2011 se ha confirmado este año. Ya no se respetan ni las tradiciones. Grandes cadenas (ToysRUs, Target o Walmart) levantaron persianas entre las ocho y las nueve de la noche del jueves.
De esta manera responden los comerciantes a los nuevos retos, entre los que figura el temor a
La previsión de ventas es menor que en el 2011 por la sombra del paro y el miedo a la subida de impuestos
que los compradores se enfríen al acercarse el fiscal cliff o precipicio fiscal. Si no hay acuerdo en el Congreso, los impuestos subirán para todos en enero. Las tasas y la sombra del débil mercado laboral provocan miedo. Además, los establecimientos trabajaron más y más horas para combatir el impulso de las ventas por internet.
Best Buy abría antes a las seis horas del viernes. Ahora, ya es a medianoche. El producto reclamo de este año fueron los televisores Toshiba LCD de 40 pulgadas, al precio de 179 dólares, lo que representa ahorrarse 240. Sólo dejaban adquirir una por persona. Bryan ha duplicado su oferta al formar equipo con su novia. Hay unos en la cola que llevan al niño de tres años. O, lo que es lo mismo, una televisión más.
El viernes, a las nueve de la mañana, no quedaba ni una Toshiba. “Se agotaron de inmediato”, dice uno de los vendedores.