Obsesión por la competitividad
Estas tampoco van a ser unas Navidades alegres desde el punto de vista del consumo en Alemania. La germana es una economía obsesivamente orientada hacia la competitividad y que arrastra veinte años de estancamiento salarial, lo que no deja gran cosa en los bolsillos de la mayoría de los alemanes. Su demanda de productos, nacionales y de importación, sigue siendo débil. Una mala noticia para el consumo interno alemán, pero también para un tren europeo que carece de locomotora.