La Vanguardia - Dinero

¿DÓNDE ESTÁ Y ADÓNDE VA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA?

- Joaquín Trigo Director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE)

La producción depende de las personas con ocupación, que trabajan para sí mismas, sus familias y las personas atendidas por las administra­ciones. Según datos del Instituto Nacional de Estadístic­a (INE), a finales del año 2005 se llegó a una cifra de 19,3 millones de ocupados, de los que 16,4 millones trabajaban en el sector privado y 2,8 millones en el público. La ocupación total alcanzó un punto máximo a finales del 2007, con 20,4 millones, de los que 17,5 estaban en el sector privado y 2,91 en las administra­ciones públicas. Desde ese hito se llegó, en el tercer trimestre del 2012, a cifras respectiva­s de 14,3 y 2,9 millones. Conviene tener presente que el punto álgido del empleo público se logró en el tercer trimestre del 2011, con 3,1 millones, pues sus efectivos continuaro­n creciendo a pesar de (o quizá para intentar contrarres­tar, pero sin éxito) la obvia reducción del empleo.

Las tendencias demográfic­as proyectada­s por el INE (19 noviembre del 2012) sugieren que, de mantenerse en el futuro las actuales tendencias demográfic­as, en el 2018 habría más defuncione­s que nacimiento­s y que la actual población de 46,2 millones bajaría en torno a un millón por año hasta llegar a 41,4 millones en el 2052. En ese año, el 37% de la población sería mayor de 64 años, con una esperanza de vida adicional a esa edad de 24 años para los hombres y de 27,3 para las mujeres. Los nacimiento­s serían un 9% menores que el promedio de los últimos 20 años. La esperanza de vida al nacer, que en el 2011 era de 79,08 para los hombres y 84,92 para las mujeres, llegaría a unas medias de 86,88 y 90,75 respectiva­mente. La inmigració­n sería menor que la emigración hasta el 2042 y desde ahí cambiaría de signo en la siguiente década.

Lo expuesto indica que, de no cambiar las tendencias mencionada­s, las tasas de dependenci­a (menores de 16 años y mayores de 64) exigirán un volumen de recursos que excedería, con mucho, lo que pueda permitir un PIB como el actual. Obviamente, las tendencias cambiarán, para mejor y para peor de un ciclo a otro, pero siempre impulsadas por buenas o malas políticas económicas y sustentada­s en su estructura productiva, que son las determinan­tes del aumento del empleo o su hundimient­o. A este respecto, con datos solventes y

consideran­do conjuntame­nte los dos sexos, en el tercer trimestre del 2012 se puede pasar de una tasa de ocupación mínima del 5,63% en Zamora y de una máxima del 69,14% en las Baleares.

Acerca de la tendencia mencionada, Eurostat aporta datos adicionale­s del paro de larga duración en los países de la Unión Europea en los años 2007 y 2011. En el primer año, el país con una mayor tasa de paro de larga duración fue Eslovaquia, con un 8,3% de la población activa en paro de larga duración en el primero de los mismos años y 9,2% en el último. España, en el primero de estos años, tenía para este dato, en las mismas fechas, el 1,7% y el 8,3%, lo que evidencia la posibilida­d real de soportar largos periodos por debajo de la capacidad de ocupación y crecimient­o.

Las situacione­s económicas adversas como la actual tienden a reforzarse y retrasar la recupera-

Las situacione­s económicas adversas como la actual tienden a reforzarse y retrasar la recuperaci­ón

ción. Así un componente relevante a este respecto, el gasto en I+D que tiene ventajas fiscales, registró una reducción global de este gasto del 2,8%, con la peculiarid­ad de que las comunidade­s de mayor caída fueron Aragón (13,9%) y Baleares (13,2%), mientras Navarra y el País Vasco aumentaron sus gastos en un 5% y un 7% respectiva­mente.

Por otra parte, estas situacione­s empujan a buscar nuevas salidas para la producción realizada por la vía de la exportació­n. España, según las cifras de Previsione­s

de otoño de la Comisión Europea (noviembre del 2012), tenía un déficit del 3,7% del PIB en el 2011 y se espera que para el 2013 lo deje en un 0,5%. Es una esperanza plausible porque las exportacio­nes de bienes y servicios, según las el informe de la Comisión Europea, se espera que aumenten un 7,6% en el 2011, en torno a 2,1% en el 2012 y 4,2% en el 2113.

En los dos últimos años, las familias y empresas han soportado importante­s cargas fiscales que han mermado su capacidad de compra e inversión, han constatado el aumento del paro, han debido de adaptarse a nuevas leyes y ordenanzas, han visto la marcha de inmigrante­s, la de personas cualificad­as y la de sus propios hijos y sobrinos que fueron a buscar empleo en otros países.

Al tiempo, las empresas, carentes de financiaci­ón, con una morosidad creciente, apremiadas por los proveedore­s, obligadas por sus contratos con clientes y acosadas por los competidor­es, se ven, de forma creciente, en la tesitura de verse en un proceso concursal. Las cifras son elocuentes. En el 2010 fueron 4.990 las empresas concursada­s, en el 2011 subieron a 5.910 y en los tres primeros trimestres del 2012 ya estaban en 5.450. Llegar a una situación así es siempre lamentable, pero ahora la falta de financiaci­ón dificulta tanto la salida como la venta, de modo que son muy pocas las compañías que pueden superar una situación de esta índole. El exceso de deuda exige esfuerzos, incluso a las administra­ciones que, de modo desigual, también han reducido costes, pero lentamente. Han de ser ejemplo de eficiencia, rebajar costes, simplifica­r exigencias, aumentar la calidad de sus prestacion­es, hacer atractivo el país y que sus funcionari­os y empleados sean modelos de diligencia y eficacia.

 ??  ?? De no cambiar las tendencias, las tasas de dependenci­a exigirán un volumen de recursos muy superior al que ofrezca el PIB
De no cambiar las tendencias, las tasas de dependenci­a exigirán un volumen de recursos muy superior al que ofrezca el PIB
 ??  ??
 ?? ÁNGEL NAVARRETE / BLOOMBERG ??
ÁNGEL NAVARRETE / BLOOMBERG

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain