El norte de Europa también cede
La sombra de la recesión empieza a planear sobre Dinamarca, Finlandia y Suecia
La persistencia de los problemas en el resto del continente ha provocado una caída de las exportaciones
El deterioro de la economía empieza a preocupar en los países nórdicos. Esta región había conseguido mantenerse hasta ahora más o menos al margen de la crisis de la deuda europea. En los últimos meses, sin embargo, la caída de las exportaciones, provocada principalmente por la persistencia de problemas en el resto del continente, ha devuelto el fantasma de la recesión a estos países, que se recuperaron con relativa rapidez de la crisis financiera internacional del 2008.
Si bien Dinamarca y Finlandia ya estaban sobre aviso tras registrar una caída del PIB en el segundo trimestre, ahora es Suecia, la mayor economía de la región, la que comienza a mostrar signos de estancamiento.
Con un crecimiento de casi el 4% en el 2011, Suecia se convirtió en la envidia del resto de la UE en un momento en el que la crisis de la deuda iba cobrándose cada vez más víctimas. Como un dominó, sin embargo, las dificultades del sur han acabado afectando al norte: primero a Alemania y tras ella Dinamarca, Finlandia y Suecia, cuyas empresas tienen al mercado teutón como principal cliente.
El 50% del PIB sueco depende de las exportaciones, un tercio de las cuales tienen como destino el resto de la UE. Así, la caída de las ventas al exterior y de la producción industrial se encuentra en el origen de su progresivo estancamiento.
Tras un crecimiento del 1,8% anual en el primer trimestre del 2012 y del 0,8% en el segundo, no se descarta que el PIB registre un crecimiento nulo o incluso negativo en los dos últimos trimestres del año, algo que no ocurría desde comienzos del 2009. Tanto es así, que el Gobierno, que había pronosticado un crecimiento del 1,6% para el conjunto del 2012 y del 2,7% para el 2013, ya ha anunciado que revisará a la baja sus previsiones antes de Navidad.
Todos estos presagios se suman a la multiplicación de despidos por parte de varias empresas, algunas de ellas tan emblemáticas como Ericsson o Volvo. “Prevemos que el paro siga creciendo hasta alcanzar el 8,5% a mediados del 2013”, señala Andreas W. Jonsson, analista del banco escandinavo Nordea.
En medio de este contexto, la agencia de calificación Standard & Poor's acaba de poner en perspectiva negativa a ocho bancos suecos, citando como causa el empeoramiento, más rápido de lo esperado, de la economía del país.
El alto endeudamiento de las familias es otro de los aspectos que empieza a preocupar a algu- nos. Este ha crecido considerablemente a lo largo de los últimos 15 años. En opinión de Jonsson, no obstante, la situación es “sostenible”, puesto que se ha moderado en los dos últimos años y está en línea con el aumento de los ingresos. Con todo, el buen estado de las finanzas públicas y el mantenimiento del consumo y de la de- manda interna arrojan algo de luz en medio de tanta penumbra.
Distinto es el contexto en el que nada la economía danesa, que podría haber entrado ya en recesión en el tercer trimestre del año tras registrar seis meses seguidos de crecimiento negativo. Sería la segunda vez en menos de un año.
Aparte de Islandia, la economía danesa fue la más golpeada por la crisis internacional del 2008 debido, en gran parte, al estallido de una burbuja inmobiliaria que disparó el endeudamiento de muchas familias y provocó la insolvencia de una docena de bancos. Tras una lenta recuperación de la industria, las exportaciones vuelven ahora a menguar, mientras que los precios de las casas siguen bajando, minando con ello el consumo interno.
Mientras la destrucción de empleo también empieza a ser un problema para Dinamarca, todavía lo es más para Finlandia, cuya economía también decrece y donde a los despidos masivos de Nokia se suman los anunciados por el sector papelero, otro de los más importantes de este país.