El paraíso más exclusivo de Mallorca
El cabo Formentor de Pollença ostenta uno de los metros cuadrados más caros de Europa
En el punto más septentrional de la isla de Mallorca se encuentra uno de los rincones más apreciados de la isla y, para muchos, de las Baleares: el cabo Formentor de Pollença. Un imponente balcón rocoso que ofrece privilegiadas vistas sobre el Mediterráneo y que se ha convertido en uno de los símbolos de los parajes naturales de Mallorca.
Y es que por suerte en el cabo Formentor nunca han tenido cabida las mega construcciones, autovías ni otro tipo de infraestructuras atrapa-turistas que sí se han dado en otros puntos de la isla, con el fin supremo de preservar el entorno natural.
De hecho, sólo se puede acceder al privilegiado enclave a través de una serpenteante carretera de 18 kilómetros con espectaculares vistas, en la cual se pueden divisar la bahía de Pollença y un sinfín de acantilados de gran desnivel. Un auténtico placer para los sentidos que una gran número de huéspedes ilustres como, por ejemplo, Winston Churchill, Audrey Hepburn, Mijaíl Gorbachov, Agatha Christie, Grace Kelly, Julio Iglesias o el mismo Dalái Lama han vivido en primera persona.
La gran mayoría de ellos se hospedaron en el hotel Formentor, uno de los más antiguos y de la isla que, desde el año 1929, ofrece un servicio de cinco estrellas, y que se caracteriza por proyectarse a un bosque de 2.000 hectáreas y las excelentes panorámicas que se divisan desde cualquiera de sus estancias.
Es tal la exclusividad de la zona que las pocas casas y apartamentos que conviven en ella –algunas de ellas propiedad de personajes de la talla de Carolina Herrera, Amancio Ortega o Robbie Williams– ostentan uno de los precios por metro cuadrado más caros de toda Europa.
Concretamente, con 12.000 euros por metro cuadrado la zona del cabo Formentor ocupa el puesto número quince del ranking de las Las calles más caras de Europa, elaborado por la agencia inmobiliaria Engel & Völkers, por detrás de otros exclusivo puntos del Viejo Continente como los campos Elíseos de París o el paseo de Gràcia de Barcelona. De ahí que en la zona es prácticamente imposible encontrar una propiedad que tenga un precio de venta inferior a los 2,5 millones de euros.
“En un escenario natural tan espectacular como el que ofrece el cabo Formentor, con sus bonitas playas de arena fina y agua cristalina, sus bosques de pino mediterráneo que esconden fabulosas villas y mansiones, todo el mundo quiere formar parte de él. Y, la poca oferta de inmuebles en la zona es lo que hace que sus pre- cios sean astronómicos” dice Gary Hobson, director de la oficina que Engel & Völkers posee en Pollença.
En este sentido, tal y como revela el último informe de ventas elaborado por la agencia especializada en venta y alquiler de propiedades de lujo First Mallorca, durante el pasado año los compradores alemanes encabezaron las ventas de propiedades en la isla, seguidos de los británicos, los suecos y los rusos.
Según Hobson, de Engel & Völkers, el precio de las propiedades en la zona apenas ha disminuido a pesar de la crisis –que sí ha afectado a otros puntos de la islas de índole más turística– por la reducida oferta que existe. “Si hay una propiedad libre y se tiene interés por la zona, más vale no pensárselo mucho, ya que pueden pasar años hasta que vuelva a haber otra”, concluye el experto.