Sombras en Estados Unidos
El interés de la economía estadounidense para los inversores está basculando en las últimas meses –y más aún después de la victoria de Barack Obama– en torno a los acuerdos presupuestarios que habrán de quedar listos en los próximos meses, uno a finales de año y otro para finales de marzo del 2003. En el común denominador de ambos, la disciplina presupuestaria es el elemento básico, ya que republicanos y conservadores deberán decidir las líneas básicas de la política fiscal para el inmediato futuro, con el consiguiente recorte de los gastos y una revisión a fondo de los impuestos, tanto para resolver las diversas ventajas fiscales que vienen disfrutando algunos sectores de la sociedad como para decidir sobre la carga tributaria que han de soportar las rentas más altas.
El otro gran escollo de tipo fiscal, sobre el cual debe existir algún tipo de acuerdo antes de finales de marzo, es la fijación de un nuevo techo fiscal, una vez que el vigente ha sido superado. Estados Unidos es la economía más endeudada entre los grandes países, junto a Japón. La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca favorecerá las políticas expansivas y redistributivas, pero en las Cámaras el presidente no cuenta con el apoyo necesario para sacar adelante este tipo de planteamientos.
Todo ello arroja bastante incertidumbre sobre el comportamiento futuro de la economía y, a la postre, de los mercados de valores, incluso teniendo como válida la previsión de una actuación expansiva de la Reserva Federal, con tipos prácticamente a cero.
Las bolsas de Estados Unidos llevan este año una racha más que aceptable, con ganancias que oscilan entre el 7% del Dow Jones y el 16% en el Nasdaq. “La bol- sa está en principio barata, con unos niveles de PER (relación entre precio de la acción en bolsa y beneficio por acción en el último ejercicio) que oscilan en torno a 12 o 15 veces, algo por debajo de sus medias históricas. Pero puede resultar un dato engañoso, ya que el mercado está valorando el elevado grado de incertidumbre que existe de cara a los cuatro próximos meses y en especial para antes de finales de año”, explica un analista.
En principio, los pronósticos para el año próximo son menos favorables que los logros alcanzados este año. “Nuestra previsión es neutral para el ejercicio del 2013”, señalan. Así que los buenos resultados con los que parece va a terminar el año quizás no tengan repetición en el próximo ejercicio. La sombra de una recuperación económica lenta se proyecta sobre la mayor economía del mundo.