Louis Roederer dobla ventas en tres años
Una de las firmas más prestigiosas e históricas de la Champagne, Louis Roederer, ha conseguido doblar sus ventas en España durante los últimos tres años, en plena crisis económica. El cambio de distribución de esta firma fundada en 1776 ha permitido pasar de las 30.000 botellas vendidas en el mercado español en el 2009 a las 60.000 con las que esperan cerrar este ejercicio, según el director general de esta firma, Frédéric Rouzaud. De la mano de Primeras Marcas, distribuidora catalana de vinos y destilados de prestigio participada mayoritariamente por las cavas Juvé & Camps, esta firma de Reims espera llegar a las 90.000 botellas anuales en cinco años.
España es el noveno principal mercado mundial para Louis Roederer, cuyos principales mercados internacionales continúan siendo Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Japón y Alemania. Catalunya, con cerca de un 40% del total, destaca entre las zonas donde más champán venden en España, junto con el País Vasco, Madrid y zonas turísticas como Marbella e Eivissa.
El espectacular crecimiento de Louis Roederer en España contrasta con el ligero declive de ventas globales de champán en el mercado español en los últimos años. En el 2011 se vendieron 3.678.297 botellas (10.380 menos que en el año anterior). España llegó a ser el octavo feudo mundial para el champán mientras que hoy es el noveno.
La directora de la Oficina de Información del Champagne en España, Núria Gené, considera que las ventas de champán en España podrían haber tocado techo. Frédéric Rouzaud responsabiliza del crecimiento de su firma a Primeras Marcas, “tanto en volumen como cualitativamente”. También considera que “la crisis no afecta al mundo del lujo” y que la gran altura gastronómica de la restauración española y la buena marcha del turismo han contribuido al avance de las ventas de esta ‘maison’ del Boulevard Lundy de Reims pese a la recesión.
Rouzaud reconoce, sin embargo, que su crecimiento es “algo atípico” visto “el paisaje económico” actual. Pese a que se muestra convencido de que cava y champán “no pueden compararse”, por tratarse de vinos y de climas diferentes, no tiene dudas de que el consumidor de vinos espumosos de calidad “tarde o temprano acabará degustando champán”.
Louis Roederer, una ‘maison’ familiar que se ha mantenido independiente durante más de dos siglos y medio, se ha distinguido por elaborar mayoritariamente sus champanes, un 70% del total, con uvas de viñedos propios, un hecho bien poco usual en la Champagne. Poseen 230 hectáreas de viñedos, de las cuales unas 200 se encuentran en producción. Durante el último siglo y medio la producción se ha mantenido sin grandes crecimientos, respondiendo a la voluntad de primar la elaboración con uvas propias. En 1850 su producción sumaba 2,5 millones de botellas anuales y en el último ejercicio rondaron los 3,5 millones. mínima en botella de un espumoso de la DO Penedès es de 12 meses pero se quiere incrementar hasta los 15 meses en el pleno del Consejo Regulador del próximo mes de enero, mientras que los cavas tienen una crianza mínima de nueve meses. Colet, que quiere “blindar” las reglas de los espumosos del Penedès, ve la situación actual como “idónea”, ya que cree que “nunca más habrá el actual caldo de cultivo”.
Por otro lado, la presidenta de la patronal Pime Cava, Mercè Rossell, reconoce que la marcha de diversas bodegas de la DO Cava “preocupa a muchos de nuestros asociados”. Añade, sin embargo, que “el cava es una marca reconocida a nivel internacional que hace falta reposicionar para que recupere su imagen de calidad, tradición y prestigio, que ya ha tenido anteriormente”.
El director general de una de las firmas de mayor prestigio, Ton Mata de Recaredo, quisiera también mayores cotas de prestigio para el sector del cava y defiende abiertamente que en las etiquetas de las botellas se identifique aquellos elaboradores que vinifican sus uvas. También anhela disponer de “un nombre propio potente, sin apellidos”, una denominación de origen calificada, para identificar los orígenes de cavas como los de Recaredo.
ADIÓS AL CAVA TRAS 27 COSECHAS
Raventós i Blanc deja la DO Cava tras 27 cosechas consecutivas. La facturación de esta bodega fundada en 1984 por Josep Maria Raventós i Blanc se sitúa entorno a los seis millones de euros, con una producción de 850.000 botellas (hasta ahora 600.000 de cava y el resto vinos tranquilos amparados por la DO Penedès).
La finca de Raventós i Blanc, integrada por 90 hectáreas de bosques y viñedos en Sant Sadurní d’Anoia, pertenece desde 1497 a la familia Raventós, y se ha transmitido indivisible de generación en generación hasta hoy. En 1872 Josep Raventós Fatjó realizó el primer cava con uvas de esta finca.