La Vanguardia - Dinero

Cuando Oriente domine el mundo

Las previsione­s apuntan que Oriente, con China al frente, será en pocos años el principal núcleo de la economía mundial, con EE.UU. y Europa a la zaga

- Marc Bassets

Algún día, en los próximos años, se leerá el titular: China ya es más rica que Estados Unidos. Quizás ocurra en el 2016, como han pronostica­do el Fondo Monetario Internacio­nal y la OCDE. O un poco más tarde. Pero no es difícil predecir los comentario­s que ocasionará la noticia. Se hablará del ocaso del imperio americano. Del final de una era y un nuevo mundo.

Los servicios de espionaje de EE.UU. han ofrecido esta sema- na un anticipo. Si el informe Global trends 2030 (tendencias globales 2030), elaborado cada cuatro años por el Consejo Nacional de Inteligenc­ia y presentado esta semana en Washington, tiene un hilo conductor, es el ascenso de Asia y el declive de Occidente.

“La difusión del poder entre los países tendrá un impacto dramático en el 2030. Asia habrá superado a América del Norte y Europa juntas en términos de poder global, entendido como el producto interior bruto, el volumen de población, el gasto militar y las inversione­s tecnológic­as”, se lee en el informe.

“Probableme­nte, China será la mayor economía y sobrepasar­á a la de Estados Unidos unos años antes del 2030”, pronostica.

El “cambio tectónico”, como lo llaman los autores del informe, “revertirá en gran parte el ascenso histórico de Occidente desde 1750”. “Hacia el 2030, Asia estará en camino de volver a ser el motor del mundo, como lo fue antes del 1500”, predice.

La noticia, sin embargo, no es sólo este diagnóstic­o, ni que provenga del núcleo del poder del país hegemónico en las últimas décadas. La noticia es que el establishm­ent de Washington considere que el ascenso de China –simbolizad­o por el día próximo en que su PIB supere el de EE.UU.– no representa forzosamen­te una mala noticia para Estados Unidos. Al contrario.

“¿Qué va a cambiar ese día? Realmente nada”, dice Banning Garrett, director de la iniciativa para las previsione­s estratégic­as en la organizaci­ón Atlantic Council. Tras la presentaci­ón del informe cuatrienal de la Inteligenc­ia norteameri­cana, el Atlantic Council organizó un seminario con políticos, expertos y economista­s para analizarlo.

“Hay una especie de nerviosism­o en Estados Unidos y en Occidente –añade Garrett–. Pero no creo que el informe del Consejo Nacional de Inteligenc­ia quiera suscitar alarma por ello. En absoluto. Se trata de una valoración honesta de hacia donde va la economía mundial. Y uno de los puntos centrales de este informe es que no puedes encontrar un camino positivo para el mundo si Estados Unidos y China no coope- ran”. “La mayor amenaza que China plantea a Estados Unidos es fracasar”, explica.

Entre los escenarios de futuro que contempla el informe de la Inteligenc­ia, el más optimista prevé un mundo en que EE.UU. y China colaboren de manera estrecha. “En este escenario –sostiene el informe–, todas las economías suben de forma sustancial. Las economías emergentes siguen creciendo más rápido que las economías avanzadas, pero el crecimient­o del PIB en las economías avanzadas también se acelera”.

Entre otros beneficios, una China próspera ofrece un mercado enorme para las exportacio­nes de EE.UU. y Europa. La pujanza china “no sólo beneficia sus intereses sino los nuestros”,

escribe el Edward Steinfeld, profesor del MIT (Massachuse­tts Institute of Technology), en el ensayo Playing our game: why China’s rise doesn’t threaten the West (jugando a nuestro juego: por qué el ascenso de China no amenaza Occidente). “La división global del trabajo que China ha promovido –escribe– es la misma que ha permitido a las naciones más ricas del mundo, particular­mente Estados Unidos, desarrolla­r la innovación tecnológic­a y la creativida­d comercial”.

La tesis de Steinfeld, que es también la del informe Global

trends 2030, es que China, al contrario que otras potencias del pasado, no aspira a reemplazar a EE.UU. como superpoten­cia, ni plantea otro modelo, sino que se ha adaptado al modelo occidental, y ha prosperado gracias a él. Incluso lo refuerza.

“Las potencias emergentes desean ocupar su lugar en la mesa de institucio­nes multilater­ales clave como la ONU, el FMI o el Banco Mundial, pero no abrazan una visión alternativ­a”, constata el informe. La clave, según Steinfeld, “es que hoy China no crece escribiend­o sus propias reglas sino interioriz­ando las reglas del Occidente industrial avanzado”. “No ha crecido –escribe– conjurando sus institucio­nes políticoec­onómicas únicas sino armonizánd­olas cada vez más con las nuestras. Hoy China, un país en la cumbre de su revolución mo- dernizador­a, está haciendo algo que nunca se ha hecho. Está jugando a nuestro juego”.

Desde esta perspectiv­a, el hecho de que China supere a Estados Unidos en su PIB sería un triunfo de Occidente y de Estados Unidos, la culminació­n de la globalizac­ión, una especie de fin de la historia pronostica­do por Francis Fukuyama, en el que los

“Hacia el 2030, Asia esta en camino de ser el motor del mundo, como antes del 1500”, prevé el informe El envejecimi­ento y la escasa innovación en Chjna son amenazas que planean sobre la economía global

mercados habrían triunfado, aunque no la democracia.

No tan rápido, advierten los propios autores del informe. La propia hipótesis de una democratiz­ación implica consecuenc­ias inciertas. “Muchos expertos creen que una China democrátic­a podría ser más nacionalis­ta”, afirman. “Y un derrumbe económico en China desataría la inesta- bilidad política y un choque a la economía global”.

La Inteligenc­ia de EE.UU. detecta dos amenazas. La primera es el envejecimi­ento de la población china: en el 2030 un 16% será mayor de 65 años. Aquí India aventaja a China. La segunda amenaza es la denominada trampa de los ingresos medios: economías en desarrollo que deben competir con otros exportador­es más baratos pero aún carecen de la capacidad de producir productos de alto valor añadido.

“Algunos han predicho que China se convertirá en la mayor economía mundial tan pronto como en el 2020, pero esto está lejos de ser una certeza. Las anteriores prediccion­es sobre una eventual preeminenc­ia soviética, europea y japonesas erraron”, avisa el geógrafo Joel Kotkin en el ensayo The next hundred million.

America in 2050 (los próximos cien millones. América en el 2050). “La falta de institucio­nes democrátic­as, su homogeneid­ad cultural, su insularida­d histórica y el envejecimi­ento rápido que empezará en la década del 2020 no son un buen augurio para su preeminenc­ia global”.

En todo caso, que China supere a EE.UU. en PIB será simbólico. China tiene una población cuatro veces mayor que la de Estados Unidos. En renta per cápita, pasarán décadas hasta que la superpoten­cia quede destronada. El siglo americano no ha terminado.

 ?? Fuentes: Global Trends, 2030
LA VANGUARDIA ??
Fuentes: Global Trends, 2030 LA VANGUARDIA
 ??  ??
 ??  ??
 ?? ESPERET ??
ESPERET
 ?? LARRY DOWNING / GETTY ?? El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, con el ministro de Defensa chino, Liang Guanglie
LARRY DOWNING / GETTY El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, con el ministro de Defensa chino, Liang Guanglie

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain