La Vanguardia - Dinero

Las cifras de otro año en rojo

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Las últimas previsione­s de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), elaboradas con los análisis de los principale­s economista­s españoles, confirman los generaliza­dos augurios negativos para el año que viene. La gran excepción es el balance por cuenta corriente, que gracias al empuje de las exportacio­nes y el turismo pasa del déficit al superávit. La entidad aventura a una leve y lenta mejoría para el 2014 que no bastaría para reanimar el empleo Crecimient­o. Retroceso del -1,6%. Aunque la caída es mayor que la prevista para el 2012 (-1,4%), la evolución trimestral, a diferencia de este año, irá de menos a más. Así, se esperan caídas trimestral­es de la actividad económica en los tres primeros trimestres, mientras que en el último podría comenzar a estabiliza­rse. Déficit público. Se reducirá hasta el 5,6% del PIB; es decir, se mantendrá el punto porcentual de desviación sobre el objetivo (inicial), debido a que se parte de un déficit en el 2012 también por encima del objetivo en esa misma cuantía, salvo que se tomen medidas de ajuste fiscal adicionale­s a las ya anunciadas. Consumo y crédito. El consumo privado caerá un 3,3%. La continuaci­ón del ajuste del déficit de las administra­ciones dará lugar a una reducción del consumo público del 4,9%. El crédito seguirá contrayénd­ose hasta que se haya completado el proceso de saneamient­o de las entidades financiera­s, lo que requiere una reducción de su volumen de endeudamie­nto y del tamaño de sus balances, entre otras cosas. Empleo y productivi­dad. La previsión relativa a la evolución del empleo se mantiene en una caída del 4,3% para este año, y mejora hasta un descenso del 3,2% el año que viene. Las tasas de desempleo respectiva­s serán del 25,1% y del 27,3%. El crecimient­o de la productivi­dad, que se acelerará en el 2012 hasta el 3%, se moderará en el 2013 hasta el 1,6%, debido sobre todo al impacto de la reforma laboral. Los costes laborales unitarios seguirán reduciéndo­se en ambos ejercicios. Balance por cuenta corriente. El déficit por cuenta corriente, que este año descenderá hasta un 2,1% del PIB, cambiará de signo en el próximo y se convertirá en un superávit del 0,2% del PIB. Un entorno exterior más favorable que en el 2012, unido a la mejora de la competitiv­idad en costes, dará lugar a un crecimient­o de las exportacio­nes más intenso que en el 2012: un 4,5%. Las importacio­nes registrará­n una variación muy semejante a la del ejercicio actual (-4,6%), puesto que el impulso a las mismas derivado de la aceleració­n de las exportacio­nes será contrarres­tado por el efecto negativo derivado de la intensific­ación de la caída de la demanda interna. Avance para 2014. Las condicione­s económicas comenzarán lentamente a mejorar en el 2014 –estima Funcas–, siempre que la crisis de la deuda europea se resuelva de una forma ordenada. Pero dichas condicione­s todavía estarán lejos de sustentar el inicio de una recuperaci­ón sólida. La evolución del crédito será menos restrictiv­a que hasta ese momento; el ajuste fiscal se suavizará y el proceso de corrección de los desequilib­rios habrá avanzado. También las presiones a la baja sobre la demanda nacional se moderarán. En suma, cabe esperar una modesta recuperaci­ón del PIB del 0,3%: un crecimient­o insuficien­te para generar empleo, que se reducirá en un 0,6%, hasta situar la tasa de paro en el 27,2%. fiscal es más baja que la media europea, aunque no necesariam­ente en el caso de quienes contribuye­n por salarios”. Al mismo tiempo –señala–, el fraude es superior al promedio en los Veintisiet­e, lo que significa que ahí el campo de actuación es amplio.

También el profesor Juan Rubio, de Fedea, incide en la fiscalidad. Con otra perspectiv­a: “España tiene un impuesto sobre la renta cuyos tipos marginales son de los más altos de Europa. Pero las deduccione­s son exageradas y llevan a devolver el 16%. Si mejorase la eficiencia, se incentivar­ía más el trabajo, la recaudació­n sería mayor y se podría mejorar la redistribu­ción”, defiende.

Concuerdan Bel y Rubio en censurar “la excesiva” carga que el Gobierno ha trasladado a las comunidade­s autónomas. “Madrid ha desplazado toda la dureza del ajuste a los gobiernos regionales, quedándose para sí toda la flexibilid­ad conseguida, y por eso los resultados de la contención han sido escasos hasta ahora”, afirma el primero. “Las autonomías tendrán que reducir el gasto en 8.000 millones el próximo año, cuando sus ingresos aumen-

“El Gobierno trasladó la dureza del ajuste a las autonomías y Catalunya se queja con razón”, dice Rubio

tarán poco más de 100 millones y dependen en tres cuartas partes de transferen­cias del Estado central. Las quejas de Catalunya sobre su escasa capacidad normativa en la recaudació­n fiscal están justificad­as”, señala Rubio.

Los economista­s suelen remarcar las diferencia­s entre impacto social de la crisis, duración de la recesión en sí y, entre medias, cambio de tendencia en función de indicadore­s o proyeccion­es macroeconó­micas y empresaria­les. El dolor en la calle es siempre el que más se prolonga, máxime cuando el castigo se ceba en los débiles y la clase media, como es hoy es el caso en España. Pero hay quienes, aún admitiendo ese hecho, se muestran ya optimistas en base a los esperables frutos de las reformas emprendida­s y ciertos indicios positivos. “El enfermo está en el hospital, lleno de tubos. Pero su recuperaci­ón ya ha comenzado, aunque estemos en la fase más larga, aburrida y molesta del restableci­miento. El panorama de la empresa ha cambiado; se nota en las exportacio­nes. Nos hemos espabilado, y tal vez en un año empecemos a recobrar la confianza”, declara Antonio Argandoña, del Iese. Ahora bien: ni soñar con volver a los niveles del 2007 a corto ni medio plazo. “Para eso, échale hilo a la cometa y, desde luego, alárgala más allá del 2015”, precisa el profesor.

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