La sangre fría del oro negro

“Iraq nunca ha conocido la tranquilidad”, según explica Robert Kaplan en su libro La venganza de la

geografía. Y esta vez, además, como señala el presidente de la ONU, Ban Ki Mun, “el conflicto sirio se está extendiendo con efectos devastadores en Iraq”. El mercado del petróleo aguanta bien la amenaza que la ONU, la Liga Árabe y EE.UU. califican de global.

Para Europa constituiría un riesgo muy serio la formación de un Estado yihadista convertido en una base para la ejecución de atentados, con numerosos militantes con pasaportes de la UE. Según el Financial Times, el EIISS da cuenta de sus actividades en informes similares a los que presentan las empresas a sus accionistas o patrocinadores.

Pero no sólo es un peligro para Occidente sino para el mismo Oriente Medio. El New York Times presentó el nuevo mapa de la zona que podría formarse a partir de la iniciativa yihadista donde Arabia saudí no podría resistir los fraccionamientos religiosos y tribales internos y podría quedar troceado en cinco regiones, al igual que Yemen, dividido en dos, y Libia, descompuesta en 2 o 3 países.

Este panorama no se ha reflejado en el precio del petróleo, donde el Brent, que ha subido este año un 2,3%, bajaba a 113,39 dólares el viernes mientras el West Texas caía un 1,3%. La violencia en Iraq no ha llegado al sur del país, donde se concentran tres cuartas partes de la producción del país, y la refinería de Baiyi ha sido recuperada.