Abelló Linde confía en la industria
La multinacional alemana invierte 300 millones en la filial ibérica que preside Isidro Abelló
Llevamos ya seis meses con un crecimiento de demanda de entre el 3% y el 4% en casi todos los sectores”, asegura Christoph Stein, director general de Abelló Linde, filial ibérica de la multinacional alemana de gases industriales. El negocio de la compañía va muy ligado a la actividad industrial de sus 21.000 clientes españoles, a los que hay que añadir otros 8.000 en Portugal. Si la economía remonta, Abelló Linde lo nota con un aumento del consumo de las compañías de medio ambiente, medicina, química, alimentación, producción de vidrio o electrónica que utilizan sus gases para refrigerar, congelar, soldar y depurar procesos de producción.
“Los clientes han aumentado la fabricación y algunos han sacado del cajón proyectos de inversión paralizados durante los años de crisis. Con esta reactivación creo que mantendremos este crecimiento del 3% todo el año”. Con una plantilla de 570 personas, Abelló Linde mantiene una facturación anual de 170 millones de euros. Es la primera vez que Stein respira aliviado, después de aterrizar en la filial española como director financiero en el 2007, “el último año bueno antes de la crisis”. Stein fue nombrado director general en el 2008 y entonces presentó un plan de inversiones a la matriz alemana. “Era frustrante. En los años anteriores no se había invertido lo suficiente y en nuestro negocio, hay que ofrecer constantemente nuevos servicios, porque hay clientes que aún no han pensado en utilizar gases para reducir costes, aumentar los niveles de eficiencia y realizar menos emisiones”.
En este marco, Stein era consciente de la dificultad para persuadir al comité de dirección del grupo alemán, “que constantemente valora inversiones en China, Rusia o la misma Alemania”, y justo en el ojo del huracán de la crisis. “No fue fácil, pero al final los convencimos. Hemos destinado 300 millones de euros en los últimos cuatro años en aumentar capacidad y en potenciar el negocio de salud”.
Linde ha instalado dos plantas de envasado de segmentación de gases en Sagunto y Jerez y mantiene la previsión de inaugurar este año una tercera de CO en Salamanca. Estos proyectos suman 100 millones. El resto de las inversiones sirvieron para remodelar las oficinas centrales de la calle Bailén de la capital catalana, y también permitió comprar en el 2012 la división de tratamiento respiratorio a domicilio del competidor Air Products (Carburos Metálicos). La operación incluyó un total de 250.000 pacientes en Bélgica, Francia y Alemania, Por-
“Llevamos ya seis meses con un crecimiento de demanda de entre el 3% y el 4% en casi todos los sectores”
tugal y España, aunque el grueso, 160.000 usuarios, correspondió a los dos últimos países.
Para Christoph Stein, el tratamiento en casa del paciente de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), el asma o la apnea del sueño “permite un ahorro de costes a las administracio- nes. En Suecia, EE.UU. y Alemania ya contamos con miniclínicas con oxígeno permanente para estas terapias, con un coste medio de 350 euros por paciente al día, mientras que para el sector público este gasto se dispara hasta los 1.000 euros diarios”. Stein argumenta que la morosidad pública en España alcanza una media de 8 meses, “y aún gracias al plan de pago a proveedores”, lamenta.
Las grandes corporaciones (Linde, Air Products, Praxair y Air Liquide) dominan el sector por la presión sobre los precios. En este sentido, coincidiendo con la adquisición de la división de medicina domiciliaria de Air Products, Linde aumentó su participación hasta el 99,9% del capital de la filial española. “Los 80 miembros de las tres ramas de la familia Abelló no se pusieron de acuerdo sobre la venta”. Pero aún así, el grupo alemán ha querido mantener la raíz más que centenaria e Isidro Abelló es presidente de la compañía fundada en 1907. “Los clientes valoran positivamente que exista un presidente español y, además, los vínculos de Isidro Abelló se han ampliado, porque desde hace poco es vicepresidente de la Cámara de Comercio Alemana”, remarca Stein. La familia Abelló mantuvo siempre una gran amistad con los Linde, incluso cuando la participación de la empresa alemana fue incautada después de la II Guerra Mundial. Linde no recuperó la mayoría en el capital de la subsidiaria española hasta 1983, peso que aumentó progresivamente hasta el 74,7% en el 2001, con Antoni Negre de presidente.