Alerta: Dow Jones toca el 17.000
Los expertos debaten acerca de la posibilidad de que la burbuja de Wall Street pueda llegar a reventarse
Vista la tendencia alcista que las bolsas están siguiendo desde ya hace casi dos años, el debate parece inevitable. ¿Hay o no hay una burbuja financiera?
Dos corrientes se abren paso en los corrillos. El consenso de analistas interpreta que las cosas están bien. Que las economías mundiales (con Estados Unidos en un lugar preponderante) se están reconfigurando, que el interés por las bolsas sigue multiplicándose entre los inversores y que las reformas que se han firmado en el mundo ya dan resultados.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) no lo ve tan claro.
“En algunos países, la intensa progresión de los mercados nos lleva a deducir que podría explotar una burbuja”, ha publicado en su informe anual el banco central de los bancos centrales (así se le conoce coloquialmente).
Desde su punto de vista, los bancos centrales, que lo inundan todo de liquidez y mantienen los tipos de interés muy bajos, están abriéndole a los inversores el apetito por el riesgo. De un lado, se han disparado los mercados de acciones y abundan las emisiones de bonos de empresa. Del otro, las tasas de interés de las deudas soberanas siguen por los suelos. “Y ello, sin contar con el precio de los inmuebles, en fuerte ascenso en algunas zonas”, dice el BPI.
El 3 de julio, el Dow Jones se asomó a los 17.000 puntos. Cerró en 17.068, un hito nunca visto y el punto de inflexión para el BPI, que disparó las alarmas: se entiende que Wall Street marca la agenda bursátil mundial. Si alcanza sus máximos y la burbuja estalla, el resto de mercados se hundirá con él.
Analistas consultados por este diario no lo ven así. Russ Koesterich, de BlackRock, recuerda que, según los últimos resultados, en Estados Unidos el desempleo ha caído al 6.1%, su mercado inmobiliario está mejorando y los pedidos de producción han aumentado. Xavier Brun, gestor de fondos de Solventis, descarta que haya ningún tipo de burbuja en el Dow Jones.
“Para ver si hay o no una burbuja, hay que medir dos factores: hay que averiguar si las cosas se han puesto demasiado caras y a qué nivel se encuentra el PER ( price-to-earnings-ratio). Cuánto paga una empresa por cada euro de beneficios –dice Brun–. Por ejemplo, si el PER es 15, eso significa que la empresa tardará 15 años en recuperar la inversión mientras el beneficio sea el mismo que hoy en día. Y Estados Unidos, aunque se encuentre en máximos históricos, también está registrando beneficios empresariales de históricos máximos”.
De ahí se deduce que, pese a esos máximos históricos, el Dow Jones no está sufriendo una burbuja: “Se encuentra al mismo ni-
El BPI interpreta que los diferentes bancos centrales están repartiendo demasiada liquidez
vel que en el 2002 o en el 2007. Los beneficios empresariales se hallan por encima de la cuota de máximos bursátiles. El PER del Dow Jones, por ejemplo, será de 15 para este año y de 14 para el año que viene. Son cifras normales, estándar. Ahora bien, el hecho de que esté en máximos históricos genera vértigo entre los inversores y los analistas”.
“En Estados Unidos, los tipos de interés de los bonos a diez años están cerca de mínimos (alrededor del 2,5%)”, dice Antonio Hormigos, director de inversiones de Mirabaud. “Son niveles sorprendentemente bajos, tanto que generan incredulidad. La Fed dice que los mantendrá así por más tiempo, pero eso crea dudas”. Lo que sí está claro es que, si la Fed subiera los tipos el año que viene, las bolsas se resentirían. “Puede que les falle el suelo –dice–. Pero si la inflación no sale del camino que se le está marcando, que es una lenta recuperación, es difícil que los tipos tengan que subir. Así que no podemos esperar desplomes”.