‘Eco’, crecer a pesar de la crisis
La producción y demanda de bebidas y alimentos ecológicos sube con fuerza en los últimos años
Apesar de que en estos años de crisis quien más y quien menos ha tenido que apretarse el cinturón, cada vez hay más personas que optan por consumir alimentos o bebidas ecológicos (también conocidos como biológicos u orgánicos), aunque ello implique pagar más. Este aumento de la demanda junto al incremento del número de productores y otros agentes relacionados ha provocado que este segmento del sector agroalimentario registre una gran etapa expansiva. Pero, ¿qué se entiende por producción ecológica? A grandes rasgos, la producción agraria y ganadera ecológica se basa en la utilización óptima de los recursos naturales, sin emplear productos químicos de síntesis como pesticidas o fertilizantes, ni organismos genéticamente modificados.
Muchos agricultores y ganaderos han visto en la producción ecológica una salida viable a sus negocios. “Las explotaciones deben ser cada vez más grandes para poder reducir márgenes y ser competitivas, así que muchas de las pequeñas y medianas optan por reconvertir su actividad en ecológica para sobrevivir”, explica el presidente del Consell Català de Producció Agrària Ecològica (CCPAE), Daniel Valls.
Los datos hablan por sí solos: el número de productores inscritos en el CCPAE se ha multiplicado por tres en diez años hasta el 2013, último año del que se disponen estadísticas definitivas. Al mismo tiempo, el número de hectáreas dedicadas a agricultura ecológica se ha doblado. En paralelo al crecimiento de la producción, ha aumentado el número de elaboradores, comercializadores e importado- Al mismo tiempo que ha crecido la producción de productos ecológi- res. Como consecuencia, el conjunto de este subsector genera ya un volumen de facturación de 152 millones de euros (dato del 2012, el último disponible), según el CCPAE.
“La facturación crece entre un 5% y un 15% cada año”, explica Valls, crecimientos que ya quisie- cos, también lo ha hecho el número de elaboradores, comerciali- ran muchas empresas y, por supuesto, las arcas del Estado. El 2013, en plena crisis, fue uno de los años en los que se registraron mejores cifras: con un aumento de los operadores inscritos en el CCPAE de casi el 20% y con un incremento de la superficie del 18%. Estos datos sitúan a Cata- lunya como líder estatal dentro de la industria agroalimentaria ecológica, a la vez que España es el principal productor y suministrador de productos ecológicos de Europa (el 35% de los productos ecológicos que se consumen en el continente son españoles).
Por sectores, el más importante es el de la viña, que representa el 31% del total de los cultivos. Le sigue de cerca el olivo, con el 24%. Y dentro de la ganadería el rey es el vacuno de carne, al representar el 56% del total, es decir más de la mitad de la producción ganadera ecológica. En el lado opuesto de la balanza estaría el porcino: a pesar de la gran presencia de este sector en el principado, prácticamente no hay ganaderos que se dediquen a la cría de cerdos ecológicos, así que “los mataderos ecológicos se ven obligados a importar cerdo”, lamenta el presidente del CCPAE. En cambio, producciones como la de huevo están creciendo con mucha fuerza, destaca Valls.
LA DEMANDA
Hasta hace poco, el sector agroalimentario ecológico catalán crecía sin el apoyo de la demanda local, con un consumo muy bajo, y era necesario exportar gran parte de la producción a Europa, donde hace más años que se valoran este tipo de productos. Pero las cosas están cambiando: “En los dos últimos años se ha registrado un crecimiento espectacular de la demanda, justamente coincidiendo con el periodo más duros de la crisis”, explica Silvio Elías, director de la cadena de supermercados de alimentos ecológicos Ecoveritas. Aunque no hay datos oficiales, Elías señala que “se habla de crecimientos anuales acumulados de entre el 10% y el 12%, incluso del 15%”. Gracias a ello, el 47% de la producción ecológica catalana de alimentos y bebidas ya se queda en el principado, según datos del CCPAE.