La lucha continúa
El próximo año Ford quiere celebrar su mítica victoria en las 24 horas de Le Mans del 1966. Primero, segundo y tercero bajo la bandera de cuadros de la carrera de resistencia francesa con el Ford GT40. Se cumplía el objetivo de Henry Ford de devolver la afrenta a Enzo Ferrari por haber mareado la perdiz con la venta y no venta de Ferrari a Ford. Había ganado al italiano allí donde más le podía doler, en la pista.
Cuando hace un par de semanas, Mark Fields, actual presidente de Ford, presentó ante la prensa convocada en el Salón de Detroit el nuevo Ford GT, hablaba de que había que recordar que la verdadera innovación tecnológica de la marca no fue en un laboratorio sino en las pistas de competición. A todos los presentes les volvieron al recuerdo no sólo el triunfo de Henry Ford en 1901 con un coche de carreras, sino también el paso adelante que supuso el Ford GT40 en la década de los sesenta con sus cuatro triunfos consecutivos en Le Mans.
Y el hecho de que el nuevo Ford GT, esté previsto para el 2016, a la vez que se confirma que participará en las 24 Horas de Le Mans del 2016, como parte de la celebración de los 50 años de ese triunfo, no deja de confirmar que la lucha por los superdeportivos sigue abierta.
No es la primera vez que Ford recupera la filosofía del Ford GT 40 de los sesenta, ya que en el 2003 produjo un nuevo GT con una estética cercana al original, pero este retorno del 2016 parece que recupera no sólo formas aerodinámicas, sino también una fuerza conceptual poco habitual.
En el último decenio hemos visto como diferentes marcas recuperaban nostálgicamente nombres, siglas e incluso formas del siglo pasado, con mayor o menor fortuna. Volver a poner sobre la pista y también sobre la carretera un mito como el Ford GT40 tenía su riesgo, pero después de disfrutar de las imágenes del nuevo Ford GT que han inundado las publicaciones del motor del planeta, nos atrevemos a situarlo en