Cunas ecológicas
Guum Barcelona exporta el 75% de su producción al norte de Europa
Guum Barcelona es una firma de mobiliario infantil, creada en el año 2012 en Barcelona que exporta el 75% de su producción anual a mercados del norte de Europa como Alemania, Bélgica, Holanda o el Reino Unido, entre otros. Y ello, según Sendo Julià, cofundador de la firma, ha sido posible por la participación, desde sus inicios, en la feria internacional de puericultura Kind und Jugend y porque sus productos – con precio medio de 300 euros– “se dirigen a un comprador de poder adquisitivo medio-alto, que valora el diseño y la calidad y que en nuestro país no abunda”.
Su producto estrella es una minicuna multifuncional, convertible en mesa de centro o bien en un baúl para guardar juguetes. “La diseñamos cuando estábamos esperando a nuestra primera hija. Queríamos un producto de cierto diseño al que le pudiésemos dar otra fun- cionalidad cuando ya no lo necesitáramos como cuna. Y tras ver que tenía buena acogida entre nuestros conocidos nos lanzamos a la piscina”, explica Julià. Según Sendo Juliá, cofundador de Guum Barcelona, la firma facturó 100.000 euros en el 2014 y prevé superar los 300.000 durante el presente ejercicio La minicuna Guum Barcelona es la única del mercado elaborada íntegramente con bambú, material muy resistente y que por su carácter ecológico se ha empezado a utilizar en otros ámbitos como en el de la construcción o la movilidad.
En el mercado estatal de la distribución, Guum Barcelona vende sus productos en tiendas especializadas de puericultura, grandes almacenes como El Corte Inglés, así como en algunas tiendas on line como la de Eurekakids, entre otras. Durante el 2015, la compañía tiene previsto trabajar –a través de distribuidores– el mercado francés y el canadiense. “Estamos muy ilusionados porque ya hemos conseguido cerrar algunos pedidos interesantes en ambos países y porque Canadá puede suponer una puerta de entrada al mercado de EE.UU”, añade.
Asimismo, diseña nuevos productos como una trona multifuncional y una cuna de mayores dimensiones. “Crecemos poco a poco pero a paso firme, porque somos pequeños y un paso en falso podría condicionar nuestra supervivencia”, sentencia Julià.