¿Qué líneas rojas le ponen sus acreedores?
man desde el mecanismo europeo de estabilidad. España por ejemplo paga más por el servicio de su deuda que Grecia, afirma el ministro de Economía Luis de Guindos.
El Eurogrupo recordó esta semana al ejecutivo de Tsipras que Grecia ha suscrito unos compromisos como Estado –en términos de pagos, reformas y presupuesto– que debe seguir honrando. Pero la frustración acumulada por los magros resultados de los últimos gobiernos griegos en este terreno juega a favor de Syriza: hay disposición a escuchar sus ideas para dar la vuelta al país. lo pondrán fácil. Hay razones económicas (supondría asumir pérdidas de inmediato) y políticas (dar facilidades a Syriza puede dar alas a los partidos antitroika o antieuro en otros países) que indican que la negociación será dura.
Entre los gobiernos europeos cunde la sensación de que ya han cedido mucho, pero ningún gobierno griego ha explicado de verdad a sus ciudadanos que la eurozona ya ha mejorado en cuatro ocasiones las condiciones de los préstamos; su efecto acumulado ha rebajado en un 40% el coste del rescate, afir- La actitud de los gobiernos europeos ante las demandas de Syriza tiene matices varios pero una línea roja común: no a las quitas, no a la cancelación del valor nominal de la deuda pública griega. Aunque se ha hecho antes, cuando los acreedores eran del sector privado, es un trago demasiado difícil para sus actuales prestamistas, el sector público europeo. Y aunque París y otras capitales están abiertas a revisar los términos de devolución del dinero con diversas fórmulas para aligerar la carga (extensión de los plazos y rebaja de los tipos de interés) no se