El AVE no crea ningún tipo de cohesión social
Se ha creado un sistema de financiación pública en el que las provincias pagan el 85% del gasto del AVE y la capital obtiene el 85% del beneficio.
A raíz del estudio de Fedea sobre la pobre rentabilidad del AVE, el Secretario de Estado ha aclarado que uno de los principales objetivos del plan español de AVE es el de promover la cohesión social. No explicó qué entendía por cohesión, pero podemos banalizarlo con los datos que hasta hoy nos ha brindado el AVE.
Lo primero a hacer es recordar los efectos socioeconómicos del AVE. En esto, los especialistas han consensuado que el AVE produce cuatro efectos sobre la población establecida a lo largo de sus líneas ferroviarias. Diferentes autores los han denominado puente, túnel, sol y sombra.
El efecto puente es el que se produce entre las ciudades enlazadas por un convoy que se detiene en sus estaciones o nodos. Se produce un incremento de comercio y, por tanto, la suma del PIB de ambas ciudades crecerá más que si no se hubiese producido de la conexión.
El efecto túnel es el que sufren las ciudades de la línea en dónde el convoy pasa de largo. Estas ciudades pierden inversión en favor de las que tienen parada. Deben mitigarlo facilitando el acceso a los nodos de la línea mediante buenos aparcamientos y mejorando sus convoyes de cercanías hasta el mismo.
Los efectos sol/sombra son los beneficios adicionales en el crecimiento de PIB en los nodos. Se descubrió en los setenta con la línea París-Lyon. Al cabo de un tiempo de servicio, se vio que ambas ciudades progresaban mejor pero el Aeropuerto y la Feria de Lyon perdían empuje. Es decir: el nodo con más servicios crece más que el otro. En algunos casos, dependiendo de ciertos parámetros, el crecimiento del débil puede ser negativo.
Estudiemos ahora el mapa actualizado del AVE español. Madrid, con la próxima unión de Ourense-Zamora y la prolongación a Vitoria-Bilbao-San Sebastián, contará con 41 efectos puente y sol. Además ya cuenta con el efecto sede de las empresas operadoras o subcontratistas. En cambio, las demás ciudades españolas tendrán de siete a nueve efectos “puente” acompañados de una sombra más o menos obscura. ¿Es este el concepto de “cohesión”?
Pero hay mucho más. La línea París-Lyon enseñó otro aspecto del efecto sol/sombra relativo a los orígenes de los viajeros. Descubrió que Lyon suministraba muchos más viajeros que París. Como los viajeros de puente tienden a dormir en casa, los convoyes que salían de Lyon a primera hora de la mañana y de París a última de la tarde, iban llenos. Los demás, horror operativo, iban medio vacíos.
Justamente en aquellos años pasaba lo mismo con el puente aéreo Barcelona-Madrid. Había dos viajeros barceloneses por cada uno madrileño. El polo con más sedes públicas y empresariales atrae más visitas. Si aquello pasaba con Barcelona, más pujante entonces, ¿qué debe estar pasando ahora con Barcelona y sobre todo con las capitales de provincia menores?
Como el AVE se financia con la tasa proporcional a los viajeroskilómetro y los viajeros de pro- vincias deben ser en un 85-90%, se ha creado un sistema de financiación pública en el que las provincias pagan el 85% del gasto y la capital obtiene el 85% del beneficio. Además los de la capital viajan más desahogados, lo que les permite pensar que el sistema es cómodo y positivo. ¡Viva la “cohesión”!
Tampoco acaba aquí la cosa. Veamos qué pasa en los territorios. Catalunya, con sus 682 km hasta Madrid, debe aportar el 30% del costo a cambio de siete efectos puente. Un gran déficit fiscal oculto del que los catalanes aún no son conscientes. No es que la cosa pinte mejor en la cornisa cantábrica. Su antiguo camino ferroviario, que venía de los romanos, era bueno. El tren bordeaba la traza del camino Santiago-Ourense-Palencia-Burgos-San Sebastián, lo que permitía comunicar la cornisa con la meseta central y a la vez, desde el camino interior, se comunicaban entre sí.
En cambio, con la traza gallega del AVE, el viajero que quiera ir de Santiago a Oviedo con AVE deberá hacer el trayecto Santiago-Ourense-Zamora-Segovia, dónde se apeará y esperará al convoy que haga Segovia-Valladolid-Palencia-León-Oviedo. Pisará siete estaciones en lugar de tres. No parece que esto facilite la cohesión del Norte.
Y hay muchas más preguntas. Desde 1997, cuando se creó el GIF, se ha hecho un disparate colosal. Y continuamos. ¿No será que se confunde cohesión con centralismo o imperialismo?
Desde 1997, tras crear el GIF, se ha hecho un disparate colosal. Y seguimos. ¿No será que se confunde cohesión con centralismo”