Velázquez aparece en Sevilla
Diego Velázquez está considerado el artista más importante de la historia y Las Meninas quizá el cuadro emblemático de todos los tiempos, aunque otro hito sería también el retrato del Papa Inocencio X, al que el Pontífice criticaba por considerarlo “demasiado realista” y que inspiró algunas de las más notables composiciones de Francis Bacon , quien reconoció estar obsesionado por esa extraordinaria pintura. Aunque si la mayor parte de las obras del genio sevillano saliesen a subasta alcanzarían cotizaciones estratosféricas, no siempre ocurre así, como demuestra la última venta de un Velázquez la pasada primavera.
La única sala de subastas que actualmente funciona en Sevilla, tras la desaparición de Arte, Información y Gestión, es Isbilya, que ha celebrado su primer aniversario apuntándose un innegable éxito el pasado 14 de abril con la venta de una pintura de Diego Velázquez. El lote que coronó a la sala hispalense era un retrato del rey Felipe IV, de 227 x 110 cm, que fue adjudicado finalmente en 750.000 euros. Se trata de un retrato oficial del monarca que goza de los elementos clásicos del retrato cortesano. Vestido de riguroso negro con cuello ancho, sigue la línea de ciertos retratos realizados por Antonio Moro para Felipe II.
El bufete de trabajo sobre el que se apoya la mano del monarca en el cuadro vendido en Sevilla, junto con el papel de la mano derecha, aluden a la actividad del gobernante, convirtiéndose en referencia directa a su regio trabajo cotidiano. La mano, apoyada en la espada, sugiere su irrenunciable responsabilidad en la defensa militar de todos sus reinos.