El sector papelero, líder en reciclaje de papel
Las fábricas papeleras españolas reciclaron más de cinco millones de toneladas el año pasado
La industria papelera tiene capacidad para reciclar todo el papel y cartón que se recoge en España, una materia prima cada vez más valorada.
La industria papelera es un claro ejemplo del que se conoce como economía circular, en la que los residuos son reconvertidos en materias primeras. Es decir, una economía que persigue que no entren nuevas materias primas a la vez que no se generan residuos. Y España es uno de los países líderes en reciclaje de papel y cartón en Europa. El año pasado las fábricas papeleras españolas reciclaron 5.052.900 toneladas de papel y cartón, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel). En la Unión Europea, sólo Alemania supera ese volumen de reciclaje.
La capacidad recicladora de la industria papelera –integrada por 77 fábricas, con gran presencia en Catalunya– permite garantizar el reciclaje de todo el papel y cartón que se recoge en España, cerrando el ciclo en el país. De los 135 kilos de papel que un español consume al año como media, el 71% (96 kilos) se recoge para ser reciclado en las fábricas papeleras. “Todavía hay margen para que esta cifra crezca pero muy poco porque se estima que el potencial real de recogida de papel y cartón para reciclar está en torno al 85% del consumo, explica Carlos Reinoso, director general de Aspapel.
Hay que tener en cuenta que hay una cierta cantidad de papel que no se incorpora al circuito del reciclaje porque lo guardamos, como los libros en las bibliotecas, o por su uso específico como es el caso del papel higiénico. Por otro lado, el papel reciclado es usado para fabricar cartulinas, papel nuevo o envoltorios. En concreto, el 60% de los seis millones de toneladas de papel que produce la industria papelera española corresponde a papeles pa- ra envases y embalajes, el 23% son papeles para impresión y escritura y papel prensa, el 11% papeles higiénicos y sanitarios y el 6% corresponde a papeles especiales y otros papeles.
COGENERACIÓN DE ENERGÍA
El proceso de fabricación de la celulosa y el papel es intensivo en consumo de energía eléctrica y vapor. La industria del papel necesita electricidad para mover la maquinaria y vapor para secar la celulosa y el papel. En este sentido, el director de la patronal asegura que se han realizado “grandes esfuerzos en eficiencia energética” y “se ha invertido mucho en generar nuestra propia energía, en instalaciones de cogeneración para la generación de electricidad y energía térmica a través del gas natural (en el 60% de los casos) y la biomasa”.
La biomasa utilizada como combustible procede de subproductos o residuos del propio proceso papelero de la fábrica (cortezas, lignina, restos de fibras no aptos ya para el reciclaje…). De hecho, el sector papelero es el mayor productor y consumidor industrial de biomasa en España, según la patronal.
Los esfuerzos e inversiones realizados para reducir el consumo energético se han visto poco recompensados debido a la última reforma energética del Gobierno central, denuncian desde Aspapel. “La reforma introdujo cambios en el marco regulativo de la cogeneración que han encarecido mucho los costes”, señala Reinoso. “Ahora es mucho menos competitivo fabricar papel y celulosa debido a los elevados costes energéticos”, añade.
El año pasado la industria papelera, con 16.570 empleos directos, facturó 4.141 millones de euros. Las exportaciones supusieron el 63% de la facturación total del sector y la inversión volvió a crecer (en el 2014 aumentó un 23% respecto al ejercicio anterior).
La industria papelera local tiene capacidad para reciclar todo el papel y cartón que se recoge en España Las fábricas generan gran parte de la energía que consumen con plantas de cogeneración