Grafos para entender las redes sociales
La Comisión Europea reconoce la innovación de Sparsity, una empresa surgida de la Universitat Politècnica
Josep Lluís Larriba, segundo por la izquierda sentado, fundador de la empresa Sparsity y director de DAMA-UPC, con investigadores en el Campus Nord de la UPC
El primer informe Radar de Innovación (Innovation Radar Report), publicado por el Centro Común de Investigación (Joint Research Centre) de la Comisión Europea el pasado mes de julio, sitúa a la empresa Sparsity Technologies SL (Sparsity), una spin-off de la Universitat Politècnica de Catalunya, en la primera posición del ranking de las diez pequeñas y medianas empresas más innovadoras, por su papel clave en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas vinculadas al tratamiento de datos.
Sparsity tiene un origen realmente curioso. Hace casi una década, miembros del grupo de investigación Data Management Group (DAMA-UPC), vinculado al Departamento de Arquitectura de Computadores de la Universitat Politècnica de Catalunya, co- laboraron con la agencia notarial de certificación Ancert (surgida del Consejo General del Notariado) en la aplicación de un gestor de bases de datos para la detección de blanqueo de dinero en la compra-venta de viviendas, entre otros tipos de fraude.
Los fraudes urbanísticos han estado de moda durante años pero no siempre es fácil descubrirlos. El gestor de bases de datos creado por DAMA-UPC, Sparksse, permitía crear grafos, o graphs en inglés, en los que se podían observar más fácilmente las relaciones entre los sucesivos vendedores y compradores de inmuebles, de forma quedaban al descubierto posibles fraudes como los denominados bucles (una persona vende un inmueble y después de varias transacciones vuelve a ser el propietario).
“Aquel primer trabajo práctico nos convenció de que disponíamos de un conocimiento y una tecnología que podían ser trasladadas al mundo de la empresa”, explica Josep Lluís Larriba, director de DAMA-UPC y uno de los socios fundadores de Sparsity, constituida formalmente el 2010. A partir del trabajo con los notarios, “creamos una infraestructura que nos permite resolver problemas de grafos de forma genérica, por ejemplo en el análisis y mejor comprensión de las redes sociales en internet”.
La gestión de bases de datos de grafos es el instrumento principal del trabajo de Sparsity y Josep Lluís Larriba explica el fundamento de esta tecnología. Desde el punto de vista de las matemáti- cas, un grafo es una representación que ayuda a analizar de forma fácil fenómenos tan de moda como las redes sociales. “En Facebook, por ejemplo, encontramos personas y relaciones entre personas. Con ayuda de un grafo cada persona puede ser representada por un punto –nodo– mientras que las relaciones son representadas por líneas –aristas– que enlazan a las personas, de forma unidireccional o bidireccional”, indica de forma esquemática Larriba. En este caso, “un grafo nos permite extraer información, de forma más sencilla y útil, sobre las comunidades que se crean dentro de una red social”. PROYECTOS DESTACADOS Entre las empresas para las que ha trabajado Sparsity en el campo del análisis de redes sociales, Josep Lluis Larriba destaca el caso de Media Planning Group, mientras que entre los proyectos más recientes destaca el proyecto europeo Somatch para la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas de la moda.
El proyecto Somatch pretende, en concreto, crear una herramienta innovadora para la extracción y análisis de grandes conjuntos de datos no estructurados, relacionados con el uso y las preferencias de productos de moda por los consumidores. “La idea es utilizar fotografías que circulan en las redes sociales y las relaciones entre las personas en las propias redes sociales para identificar los tejidos que están haciendo servir personas famosas o innovadoras y entender el impacto en la moda y de esta forma poder crear muestrarios de tejidos para las próximas temporadas de forma más rápida y económica”, explica Larriba.
La participación de Sparsity en este proyecto puede aportar ventajas económicas a las pequeñas y medianas empresas del sector y además, como destaca Larriba, “es un ejemplo de los beneficios que supone la colaboración entre la universidad y la empresa, en concreto entre el CIT UPC y el mundo empresarial”.
Sparsity y DAMA-UPC participan actualmente en un total de seis proyectos europeos, “una cifra realmente elevada para tra-