Lo ecológico, un plus para la nueva inversión
Cada vez más empresas de la que se conoce como economía verde optan por captar recursos vía micromecenazgo, donde el dinero es muy sensible hacia temas relacionados con el medio ambiente
Si el proyecto de la cadena de restaurantes Burrets Barcelona no incluyera una comida sana y de calidad, con productos ecológicos, estoy seguro que no estaría captando tanto dinero”, se aventura a afirmar Pepe Borrell, director ejecutivo de Crowdcube, la plataforma de equity crowd
funding (financiación colectiva a cambio de acciones) donde Burrets Barcelona ha acudido para captar 146.000 euros para la puesta en marcha del negocio. Conclusión: lo ecológico no sólo vende más, también tiene más gancho a la hora de captar inversión.
“Hemos detectado que los proyectos empresariales relacionados con la economía verde generan más interés por parte de los inversores”, señala Borrell. “Además –añade– cuando se duda entre invertir en un proyecto o en otro, el inversor suele decantarse por el que tiene un impacto positivo en el medio ambiente; factores como la sostenibilidad son valores añadidos muy importantes porque al final invertir es una decisión muy emocional”. De la misma opinión se muestra Eloi Noya, director de créditos y riesgo de Loanbook, una plataforma de crowdlen
ding (financiación colectiva a través de préstamos): “La primera pregunta que se hacen los inversores es sobre la rentabilidad del proyecto, pero la segunda ya es sobre el sector, y está claro que prefieren prestar su dinero a sectores que ayudan a la economía y que están alienados con valores como la sostenibilidad”.
“Todavía son pocos los proyectos que nos llegan del mundo de la economía verde –reconoce Pepe Borrell– pero cada vez hay más y la tendencia es claramente creciente”. Eloi Noya ve lógica la tendencia: “Este subsector está creciendo mucho, así que es normal que nos lleguen más proyec- tos de este ámbito”.
Entre los proyectos que han acudido a Crowdcube en busca de financiación destacan E-Car Club, el primer club para empresas y comunidades para compartir coches completamente eléctricos en el Reino Unido y que ahora ha sido comprado por Europcar; o bien Ecrowd, una plataforma de crowdlending dedicada exclusivamente a proyectos que comportan una mejora de la sociedad y del medio ambiente.
La Bolsa Social –la primera plataforma de equity crowdfunding en ser autorizada por la CNMV tras la entrada en vigor el pasado abril de la legislación que regula la financiación participativa– se estrenará el 28 de octubre con tres proyectos inversión y uno de ellos está relacionado con los biofertilizantes. Se trata de Nostoc Biotech, empresa cuyo objetivo es reducir la aplicación de químicos en la agricultura, reequilibrar los suelos y preservar su salud a través de productos agrícolas naturales como biofertilizantes elaborados con productos biológicos. La Bolsa Social se ha especializado en las llamadas finanzas éticas y sólo acepta proyectos que tengan un impacto positivo constatable en la sociedad y el medio ambiente.
La implantación de estas plataformas de financiación se ha acelerado durante la crisis económica. No sólo por la necesidad de las empresas y emprendedores de buscar financiación en un momento en que los bancos habían cerrado el grifo del crédito, sino también por una cuestión de “cambio de mentalidad”, en opinión de José Moncada, fundador y CEO de la Bolsa Social. “La gente comprende que también debemos aplicar nuestros valores cuando decidimos ahorrar o invertir, y que no está reñido buscar rentabilidad e invertir en empresas con impacto positivo en la sociedad”.
“Factores como la sostenibilidad son valores añadidos muy importantes para el inversor”