La chispa que le faltaba al vehículo eléctrico
El caso VW unido al fin de la crisis y la apuesta de la Administración y algunos fabricantes podría ser el empujón que le faltaba al sector
El caso Volkswagen no sólo ha puesto en dificultades al grupo automovilístico alemán, sino al conjunto de los vehículos diésel. La patronal automovilística europea ACEA ya ha advertido que un cambio demasiado exigente en emisiones podría provocar un encarecimiento de los vehículos diésel que los dejaría fuera del mercado. Y el presidente del fabricante de vehículos eléctricos Tesla Motors incluso se atrevió a afirmar recientemente que “los motores tradicionales están acabados”.
La cuestión es, si además del motor de gasóleo, existe una alternativa real al motor de explosión o diésel. La respuesta es claramente sí, pero no hay una única alternativa. “El futuro será más segmentado, con un 30%-40% de vehículos de gasolina o gasóleo, un 20% de eléctricos, un 20% de gas natural y otro 20% de híbridos enchufables; la gente escogerá la opción que más le convenga según sus necesidades”, explica Ramón Caús, director de Expoelèctric, la cita del vehículo eléctrico e híbrido enchufable que está teniendo lugar en Barcelona este fin de semana coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad Sostenible y Segura. En lo que no hay duda es que en este mix el motor eléctrico está llamado –ahora sí– a jugar un papel importante.
La caída de la inversión en I+D, el menor poder adquisitivo del consumidor y el abaratamiento del petróleo, han sido un importante rémora para el sector, pero con la recuperación de la economía y la implantación de medidas encaminadas a incentivar la implantación del vehículo eléctrico (instalación de estaciones de recarga rápida e incentivos económicos, sobre todo), parece que finalmente el sector está arrancando. El caso Volkswagen podría ser simplemente la chispa que faltaba. Los datos hablan por si solos: “Las ventas mensuales aumentan entre un 30% y un 40% respecto al 2014”, señala Caús.
“Las empresas son las que más apuestan por el vehículo eléctrico”, afirma el experto. “Son las que hacen números y ven que a pesar del sobrecoste inicial de la compra, de unos 5.000 euros aproximadamente, a la larga le sale más a cuenta debido a factores como el menor coste del combustible y del mantenimiento y otras ventajas como descuentos o gratuidad en el impuesto de matriculación, de circulación, en la zona azul, autopistas...”.
Los fabricantes no son ajenos a esta nueva coyuntura: firmas que hace años que hicieron una apuesta decidida por el coche eléctrico como Tesla, Toyota o Renault-Nissan ya están intentando sacar provecho de ello. Y empresas ajenas al sector pero muy conocidas por ser rupturistas como son Apple y Google están a punto de entrar en el mercado haciendo sus propios lanzamientos.
“Los principales handicaps para los compradores son el mayor precio, cuesta encontrar un coche por menos de 20.000 euros, y la autonomía, que es de entre 150 y 200 kilómetros reales al día –explica Ramón Caús–, pero en realidad el sobrecoste inicial se amortiza rápidamente y poca gente recorre más de 150 kilómetros al día”. En cambio, el presidente de Expoelèctric señala que se ha avanzado mucho en el ámbito de los puntos de recarga: “Al inicio las infraestructuras de recarga eran insuficientes. La Administración ha hecho una gran apuesta en este sentido y se ha notado”. El experto explica que 15 minutos son suficientes para recargar el 80% de la batería del coche.
En Catalunya hay en la actualidad unos 5.000 vehículos eléctricos, entre los que se incluyen los vehículos de la limpieza que poseen algunos ayuntamientos.
Ramon Caús: “Las ventas mensuales aumentan entre un 30% y un 40% respecto al 2014”