La escalada del oro líquido
El precio del aceite de oliva se ha incrementado un 51% de media con respecto a mayo del 2014
El incremento sin precedentes desde el 2006 del precio del aceite de oliva lo ha convertido, y sin eufemismos, en el verdadero oro líquido. Las malas cosechas en España e Italia, los dos mayores productores mundiales, unido a la escasez de stocks han disparado su precio. Mientras en España el fracaso se ha debido al descenso de las lluvias, en Italia ha sido una bacteria, Xylella fastidiosa, la que ha arrasado con miles de olivos, especialmente en el sur. Y esto es lo que realmente preocupa a los expertos ya que si se extiende a España, el aceite de oliva podría alcanzar precios desorbitados.
El calor del verano y la sequía de la primavera han destrozado las expectativas de que la cosecha de aceituna de la temporada que acaba de terminar hubiera podido paliar el desastre de la anterior, que fue pésima. La realidad es que no se llegará ni por asomo a los 1,4 millones de toneladas que se esperaba recolectar. Consecuencia inmediata, y evidente para los consumidores, es que el precio del aceite de oliva se ha disparado pese a que los grandes distribuidores han procurado retener el impacto durante el mayor tiempo posible. Los consumidores se han refugiado en otros productos, como el girasol.
El precio del oro líquido ha experimentado una escalada que es improbable que se frene en los próximos meses. Unproducto vital para la salud y la dieta mediterránea se convierte así en inaccesible para el bolsillo de muchas economías domésticas. Según un estudio de precios realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en varios establecimientos y sobre una veintena de marcas, el aceite de oliva se vende hoy un 51% más caro que en mayo del 2014. Sólo en el mes de septiembre se encareció un 5,7%.
Desde mayo del 2014 hasta el mismo mes de este año, el precio del aceite más consumido, el de oliva refinado, se había incrementado en un 24,3%. Pero es que desde mayo del 2015 hasta este mes de octubre el incremento ha sido de un 20,7% adicional, según la OCU. En el caso del aceite de oliva virgen extra, las subidas han llegado a un 50,3.
La organización de consumidores asegura que estos incrementos tienen que ver con la “especulación” y no con una escasez real del producto. Por su parte, los productores insisten en que las variaciones de precio en el aceite de oliva “son constantes y se deben exclusivamente a las desviaciones entre una campaña y otra”. Ya en julio el precio del aceite de oliva virgen se pagaba en origen a 3,89 euros el kilo, lo que provocó las primeras alarmas porque las organizaciones agrarias defienden que se pague un precio justo pero temen los picos de subida. Unas oscilaciones que repercuten negativamente en el consumo, que este año ha disminuido en casi un 20%, según datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).
Agustín Rodríguez, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía, insiste en que “se trata de la ley de la oferta y la demanda” y señala, para apoyar su afirmación, que “a los productores se les está pagando en origen un precio que ronda los 4,20 euros el kilo, cuando en los supermercados todavía se puede encontrar aceite de oliva a 3,60 el litro”.
El Observatorio Económico de la Provincia de Jaén ha constatado que las ventas de aceite de oliva durante el primer semestre del año disminuyeron un 38,6% con respecto al mismo periodo del año anterior. Una situación complicada para un sector donde conseguir nuevos mercados es muy difícil y perder los obtenidos muy fácil. El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, califica la subida de precios de “peligrosa e innecesaria desde el punto de vista de los agricultores”. Considera que los precios deberían moderarse en torno a los 3 o 3,20 euros porque “el sector necesita años con buena producción y buenos precios, pero sin espantar al consumidor”.
En las almazaras sólo quedaban, a finales de septiembre, 56.000 kilos de aceite y otras 123.000 en envasadoras y refinerías. “Son las existencias de stock más bajas a final de campaña (31 de octubre) desde el 2003”, señala Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa. “La buena noticia es que ya se está comenzando a producir aceite nuevo, lo que juega a favor de que los precios se relajen en origen porque va a haber más oferta en las próximas semanas”, añade. En todo caso, señala, “todo va a depender de la climatología de los próximos meses”.
Las malas cosechas en España e Italia, unidas a la escasez de stocks, han disparado el precio