Piensa y crea en verde
El vector ambiental ya no es sólo una oportunidad para muchas empresas y emprendedores, sino una obligación
Una conocida multinacional textil advirtió a una pyme catalana que le suministraba material que ese mismo tejido lo podía encontrar más barato en Turquía; para seguir comprándole le exigía la introducción de mejoras medioambientales que reforzaran el prestigio de la marca. La pyme, por supuesto, las introdujo.
Este caso que explica Jordi Oliver, de Inèdit Innovació, es el día a día de muchas pymes catalanas: “Son suministradoras de grandes multinacionales, por ejemplo del sector del packaging, textil o del mueble, y tienen mucha presión para introducir el ecodiseño o mejoras ambientales en sus servicios o productos, se ven obligadas a ello si quieren ser competitivas internacionalmente”. Inèdit Innovació se dedica, precisamente, a ofrecer servicios de innovación en productos y servicios a todas aquellas empresas que quieran integrar el vector ambiental como factor de competitividad.
Mientras algunas empresas se transforman por obligación, otras, en cambio, ven en esta responsabilidad ambiental una oportunidad. Oliver destaca tres motivos: debido al aumento de la demanda por parte del cliente/consumidor, por temas de reputación o bien para especializarse.
Hay sector más sensibles o en los que es más fácil introducir mejoras ambientales, como el agroalimentario, “en el que el cliente está dispuesto a pagar más por un producto mejor”, señala Oliver. Pero no todos los sectores ni todas las empresas están dispuestos al cambio: “El principal factor de compra sigue siendo el precio a pesar de que en las encuestas la mayoría afirme que su principal preocupación es el medio ambiente; sucede los mismo que con los documentales en televisión”, señala Oliver.
Por otro lado, muchas empresas siguen viendo el respecto al medio ambiente como una imposición, un coste económico. Pero cada vez son menos. “Los criterios ambientales deben ser vistos como una oportunidad que permite acceder a nuevos mercados, clientes, reducir costes en materiales o en transporte... no como una rémora”, concluye Oliver.
Como avanza Oliver, introducir mejoras ambientales también puede suponer una reducción de costes. El experto cuenta el caso de otra pyme catalana que se dedica a la fabricación de tubos de aluminio para cosméticos: “Uno de sus clientes, una multinacional francesa, le pidió mejoras en ecodiseño. Acudieron a nosotros y conseguimos reducir un 8% el contenido de aluminio del tubo”.
Eco Intelligent Growth es otra firma que, como Inèdit Innovació, ayuda a otras empresas a transformar su actividad hacia la conocida como economía circular. Trabajan principalmente con empresas extranjeras pero han llevado a cabo un proyecto interesante en España: Construcía es una empresa especializada en reformar espacios comerciales, una tipología de espacios que cambian a menudo, que tiene mucha rotación, así que tenía muchosentido intentar recuperar los materiales que se utilizaban. Trabajando conjuntamente, Eco Intelligent Growth y Construcía han desarrollado una metodología especial para poder reaprovechar y gestionar los materiales utilizados sin que estos pierdan su valor.
También desde la Administración se incentiva y se ayuda a las empresas o a emprendedores a dar un paso adelante hacia la sostenibilidad. Destaca la labor del Programa empleaverde, que aporta herramientas útiles para trabajadores y empresas ayudándoles a mejorar y fomentar el empleo y facilitando a personas con iniciativa empresarial el desarrollo de sus ideas y proyectos. Desde sus inicios, el proyecto ha participado en la creación de 2.600 nuevas empresas y líneas de negocio en sectores económicos vinculados al medio ambiente (1.100 empresas y 1.500 nuevas líneas de negocio). Muchas de las empresas o emprendedores acuden al Programa empleaverde en busca de ayuda financiera, pero también en busca de asesoramiento y formación, según señalan desde la entidad.
Para las empresas, introducir mejoras ambientales también puede suponer una reducción de costes