La asesina de olivos
La Xylella fastidiosa que ha atacado los olivos italianos y amenaza al sur de Europa es una bacteria con un enorme potencial patógeno sobre gran número de plantas. Provoca varias enfermedades, principalmente en cultivos leñosos como viñas, cítricos, diversos frutales de hueso, café y ornamentales.
Aunque la principal área de distribución actual de la Xylella fastidiosa es el continente americano, la alarma sanitaria se ha activado en Europa al detectarse el foco que está afectando sobre todo a olivos, almendros y adelfas al sur de Italia. El problema se centra en el Salento, región que se encuentra en el tacón del país, que comprende la provincia de Lecce y parte de las de Brindisi y Taranto, una zona con once millones de olivos de los que se calcula que al menos el 10% estarían afectados. Se trata de olivos centenarios ligados a una fuente alimentaria y económica con más de dos mil años de historia. En algunas zonas, la Xylella fastidiosa ha logrado extenderse con tal rapidez y fuerza que ya se ha dado su erradicación por imposible.
Esta bacteria puede ser muy destructiva porque es un organismo exótico para Europa y ha encontrado en el olivo un huésped ideal para multiplicarse. Los tratamientos químicos contra la bacteria no suelen ser efectivos, por lo que es necesaria la eliminación de los árboles afectados y también una limpieza a fondo de todo lo que rodea a los olivos para impedir que la bacteria pueda hacerse fuerte. Para evitar su propagación el único sistema es evitar el movimiento de vegetal en las zonas afectadas.