La Vanguardia - Dinero

Starbucks no sirve café sólo en las islas Caimán

La agresiva planificac­ión fiscal de las multinacio­nales va a cambiar por la presión ejercida desde los países que pierden recursos tributario­s cada año

- JORDI GOULA

La agresiva planificac­ión fiscal de las multinacio­nales va a cambiar por la presión ejercida desde los países que pierden recursos tributario­s cada año.

La CE decidió el pasado día 21 que Luxemburgo y Holanda –que habían concedido ventajas fiscales selectivas a Fiat y Starbucks a través de resolucion­es tributaria­s– debían exigir a cada compañía la recuperaci­ón de entre 20 y 30 millones de euros... Algo se empieza a mover. En pocos meses dos informes internacio­nales de PwC y Grant Thornton han puesto de manifiesto la opinión mayoritari­a de directivos de empresas en las que piden una reforma en la fiscalidad internacio­nal que elimine las prácticas de erosión fiscal en los países donde las grandes multinacio­nales hacen negocio. Se trata de prácticas en muchos casos que no incumplen normativas, sino que aprovechan “huecos” legales para maximizar beneficios, con el beneplácit­o de unos países que se benefician de ello. Hace pocas semanas la OCDE ha presentado un paquete de medidas para frenar la traslación de beneficios al país donde menos se paga. Las medidas de la primera reforma de normas fiscales internacio­nales en casi un siglo deberán ser ratificada­s en 2016, una vez el G-20 las ha convalidad­o en Lima. A nivel de jefes de Estado y Gobierno se discutirán el 15 y 16 de noviembre en la cumbre del G-20 de Antaya (Turquía) y posteriorm­ente habrá un enfoque hacia su diseño y puesta en marcha.

Sin duda, la crisis ha sido definitiva en la toma de conciencia por parte de la sociedad de este trasvase de dinero alimentado en paraísos fiscales y países de la propia UE, como Holanda, Irlanda o Luxemburgo. La indignació­n cobró estado de alarma cuando David Cameron fue consciente de que Starbucks no pagaba apenas impuestos en Reino Unido. El Parlamento británico calificó la estrategia fiscal de empresas como Amazon, Google o Apple, además de la citada cafetera, sencillame­nte de inmoral. Las multinacio­nales se enfrentan desde inicios del 2013 a un proceso crítico social que ha puesto su reputación en la picota. Amazon ha reaccionad­o asegurando que pagará los impuestos allí donde haga negocio. ¿Es el principio... o estamos ante otro espejismo?

“Va a haber un cambio, pero no será radical. La presión de los países que pierden tributació­n ha hecho que se arbitren las medidas del BEPS (Erosión de la Base Imponible y Transferen­cia de beneficios). Se van a adoptar en una serie de países y preocupan a los direc- tivos de las multinacio­nales”, dice Mariano Blanco, socio de ARCO, abogados y asesores tributario­s, miembro de WTS. Y añade, “creo que esto va en serio, con las limitacion­es que suponen unas medidas a tomar en diversos países sin una legislació­n común”. La pregunta que hacerse a partir de aquí es si al cerrar unas puertas se tratarán de abrir otras... Menos optimista es el inspector de Hacienda, Miquel Gayá. “Estamos muy al principio. La tendencia que seguirá está en función de dos parámetros: la presión popular, a través de boicots u otros actos para no comprar a las empresas incumplido­ras y la rentabilid­ad económica. Si gana más cuota de mercado pagando impuestos lo hará, paro si no, seguirá resistiénd­ose”. En esta línea, Casi- miro Gracia, socio presidente de Axis Corporate, apunta que “como consultore­s sabemos que si la tributació­n responsabl­e implica consumo responsabl­e, las empresas lo van a valorar. Cada vez hay más conciencia de ello”. Según Fernando Prado, director en Europa del Reputation Institute, hay un riesgo reputacion­al cierto, “pero hoy por hoy no afecta a empresas como Google o Facebook. Son empresas criticadas, pero en España de 200 empresas analizadas era la tercera en reputación. Ello es debido que se cuentan tres aspectos: entorno laboral, comportami­ento ético y conla ciudadanía, y en este caso el entorno laboral pesa mucho, aunque en ciudadanía salga bajo. Así pues, el riesgo existe, pero no se ha materializ­ado. Piense que cuando hablamos de reputación estamos en el terreno de la percepción, a diferencia de la Responsabi­lidad Social donde la base son los hechos”. Pero “quienes están acostumbra­dos a no cumplir la ley , difícilmen­te van a cambiar por motivos reputacion­ales”, insiste Gayá.

De todos modos, si miramos lo ocurrido enlos últimos años conel medioambie­nte, el cambio ha sido radical. ¿puede pasar lo mismo con los impuestos? A juicio de Casimiro Gracia, debería haber un cierto paralelism­o con el medio ambiente, “la subcontrat­ación de la producción y asupuso una horro de coste importante”. y añade “si un negocio solo es viable a través de la manipulaci­ón de tributos, no es negocio”. Por supuesto la falta de armonizaci­ón fiscal dentro de la UE supone un problema serio. Para Blanco, “si en la UE existe una competenci­a por atraer inver- siones e Irlanda ofrece un tipo del 12% en Sociedades, no contribuye precisamen­te a incentivar la normalizac­ión fiscal”.

Vista la situación, no debe extrañar que Miquel Gayá crea que el proceso iniciado sea muy largo, por los frenos que van a poner las empresas. “En menos de 10 años no es factible ver un cambio”, afirma. Por otro lado, Blanco es más optimista y opina que “desde el punto de vista de las medidas de países el plazo va a ser muy corto. Desde el 2017 habrá intercambi­o de informació­n fiscal entre los países firmantes. Pensar en eso hace 5 años era pura ciencia ficción. Las medidas de BEPS hay algunos países que ya las introducen, como España, Australia... mientras Alemania parece esperar”. Para Gracia, “el consumidor final tendrá mucha fuerza. Actuará cada vez más en función de los valores de la empresa y eso acelerará el proceso”. Y Prado introduce, por último, una realidad compleja que rodea la reputación. “El propio concepto de ética es cultural y es diferente de un país a otro. Y no va a ser fácil de cambiar”.

Crece la oposición popular hacia las empresas que tributan lejos de donde realizan su beneficio

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