La fábrica del mundo, sin obreros
La caída de la población activa ha jugado un papel esencial en el fin de la política del hijo único
La fábrica del mundo corre peligro de quedarse paralizada por falta de trabajadores dentro de pocos años. Esta reflexión incidió de forma decisiva en los líderes del Partido Comunista a la hora de acabar con la política de hijo único, implantada en 1979. Su decisión del 29 de octubre no entrará en vigor hasta marzo, cuando lo apruebe la Asamblea Nacional (Parlamento), pero la cuestión es si su iniciativa generará suficiente mano de obra para reequilibrar la sociedad china.
Pekín ha decidido poner punto final a una política que ha evitado 400 millones de nacimientos y ha contribuido al éxito económico de China al constatar que el país podría encarar una escasez de mano de obra a partir del 2021. Coyuntura provocada por el rápido envejecimiento de la población como resultado de la política del hijo único y que confirma el pronóstico de economistas y demógrafos que hace años que advierten que el riesgo de envejecer antes de hacerse rico era muy real, a pesar del impresionante ritmo de desarrollo económico.
Las estadísticas que manejan los expertos chinos confirman que la tendencia a la baja de la población activa del gigante asiático iniciada en el 2010 no tiene freno. El año pasado, este colectivo se redujo en 3,7 millones de personas y se situó en 915,8 millones, y la perspectiva es que esta caída se acelere con el tiempo. “Se agravará a medida que los trabajadores nacidos durante la explosión de la tasa de natalidad de los años 60 y 70 empiecen a jubilarse a partir del 2021”, apuntó Yao Meixiong, subdirector del Centro del Censo de Población del Buró Provincial de Estadísticas de Fujian, según Xinhua.
Y es que los datos sobre la evolución de la población activa china son concluyentes. Según Yan, la caída de la mano de obra se acentuará y podría llegar a los 11 millones anuales del 2022 al 2025 para el grupo de 20 a 34 años. Y subrayó que para el 2030, la mano de obra joven descenderá hasta los 221 millones, lo que supondrá un disminución del 32% y 104 millones menos que en el 2010.
En paralelo, la expectativa de vida crece y alcanza ya los 75 años. A finales del 2014, la cifra de jubilados se elevaba a 212 millones, el 15,5% de la población. Cifras que la ONUcalcula que superarán el 30% en el 2050, muy por encima de la media mundial del 20% estimado para entonces.
La combinación de los dos factores ha generado la alarma en Pekín. Las autoridades se han dado cuenta que tienen una bomba de relojería difícil de desactivar. De la actual relación de cinco personas de entre 20 y 59 años por cada una de más de 60, se pasará en el 2050, a una proporción de 1,4 a 1. Una situación que hace insostenibles los gastos sociales y las pensiones y ha impulsado a los líderes chinos a acabar con la rígida política de planificación familiar implantada en 1979 y a permitir a las familias tener dos hijos.
La medida, sin embargo, es calificada de tardía e insuficiente por economistas y demógrafos. Juzgan que llega demasiado tarde para revertir el rápido envejecimiento de la población. “Es demasiado poco y llega demasiado tarde”, ha dicho Cai Yong, demógrafo de la Universidad de Carolina de Norte al South China Morning Post de Hong Kong. Opina que la medida debería haberse adoptado hace una década, “antes de que muchos jóvenes rurales se trasladaran a las grandes ciudades y sufrieran las mismas presiones económicas que la mayoría de ciudadanos urbanos”. El alto coste de la vida y la falta de tiempo libre son factores fundamentales que desaniman a las familias jóvenes a tener otro hijo.
Este diagnóstico es compartido por otros expertos, que vaticinan que el impacto de los nacimientos adicionales será mínimo y dudan que su efecto sea relevante. “El efecto demográfico a largo plazo será insignificante”, dijo Wang Feng, demógrafo de la universidad de California, que calificó la iniciativa de las autoridades comunistas de “más política y humanística que demográfica”, según el South China Morning Post.
Los expertos son taxativos. Sostienen que para reequilibrar la pirámide poblacional hacen falta más iniciativas. “Se precisan más incentivos fiscales y educación para alentar a las parejas jóvenes a tener dos hijos”, dice Qu Xiaobo, especialista en desarrollo rural-urbano de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, según China Daily. Si no, la fabrica del mundo corre peligro de quedarse sin suficiente mano de obra. El reto está lanzado.
Ahora hay 5 personas de entre 20 y 59 años por cada una de más de 60, la relación será de 1,4 a 1 en el 2050 Los expertos exigen medidas adicionales para el reequilibrio de la pirámide de población de China