Grupo escultórico italiano del siglo XVIII
La subasta de noviembre de Lamas Bolaño se celebra los días 11 y 12 con un par de lotes muy diferentes tasados en 30.000 euros. El que ilustra este artículo es un grupo escultórico de marfil de finales del siglo XVIII que representa el sacrificio de Isaac. Es de Escuela italiana, mide 42,5 cm y sigue una obra de Andrea del Sarto realizada en 1528 y que se conserva en el Museo del Prado. La pintura de idéntica cotización está firmada por Ramón Casas (1866-1932) y es un paisaje de Tamarit, una tela pintada hacia 1926 que mide 45 x 65 cm, y en la que se aprecia la huella fusionada de los simbolistas y los impresionistas franceses que tanta importancia dejaron en sus creaciones.
Reiterando cotización (24.000 euros) nos encontramos con Marina (1888) de Francisco Gimeno que mide 80,5 x 60 cm y Capvespre (1951) de Joan Ponç, con unas dimensiones de 65 x 81 cm. El tortosino Gimeno Arasa muere en 1927 y ese mismo año, en el mes de diciembre, le homenajea la histórica Sala Parés con una recordada exposición. José María Garrut le ha dedicado los más vehementes elogios al decir que “muchas de sus obras, las de paisaje, poseen todas las cualidades para considerarlo como uno de los impresionistas intuitivos más geniales, tanto para compararlo al propio Monet, un Monet traducido al temperamento mediterráneo”.
Tres objetos muy diferentes marcan ese apartado. El más preciado (9.000 euros) es un tankard en marfil profusamente tallado con escena de batalla en relieve y pomo con diseño guerrero circa 1930. Adjunta certificado CITES y mide 49 cm de alto. El siguiente lote en cotización –8.000 euros– es un icono de escuela rusa pintado al temple sobre tabla con rizza en metal. Está datado a comienzos del siglo XIX y representa a una Virgen de Korunskaja. Sus dimensiones son 53,5 x 48 cm. Y el tercer objeto significa tivo es un jarrón en porcelan a estilo Sévres de principios del siglo XX que tiene 74 cm de altura y 2.800 euros de precio de arranque. Cuenta con ornamentación dorada de N coronada de laurel flanqueada por cuernos de la abundancia, águilas, motivos fitomorfos y guirnaldas, con apliques con figuras femeninas de bronce en los laterales.
En el ámbito de las joyas hay que mencionar una bellísima pulsera en oro blanco con eslabones calados de brillantes engastados en garras y centros de chatón. El peso de los brillantes es de 12 quilates, la anchura de la pieza es de 3,5 cm , su longitud, 18 cm, y el precio inicial de 15.600 euros. Una sortija solitario en oro blanco con un brillante engastado en chatón arranca de 6.900 euros, mientras que una gargantilla en oro blanco con centro de topacio talla perilla orlado por doble orla de brillante tiene el exiguo precio de 1.500 euros.