“Optimizar la empresa está bien, pero la prioridad es transformar”
Los lectores habrán visto la fotografía: el lunes 2 de noviembre, Meg Whitman, que hasta el viernes anterior era chief executive officer de HP, tocaba la campana de apertura de la sesión del New York Stock Exchange, anunciando una nueva compañía que hereda la mitad segregada de la anterior: se llama Hewlett-Packard Enterprise y Whitman ocupa el mismo puesto. HPE nace con una facturación equivalente a la de HP Inc (HPQ), la otra mitad: enprincipio, unos53.000millones de dólares cada una.
En España, HPE inicia su andadura con 14 oficinas regionales y un número de empleados que José María de la Torre, presidente de la filial, no puede desvelar. El mismo día en que estrenaba su cargo, Dinero conversó con De la Torre. Aunque, como anteriormente dirigía el Enterprise Group, la continuidad resulta natural. En el 2011, el entonces CEO planteó la eventual segregación de la división de PC del resto de la compañía. Se le criticó por ignorar las sinergias entre todos los componentes, y al poco fue destituido. ¿Acaso ha dejado de ser cierto el argumento de las sinergias? Estamos en el 2015 y miramos hacia el futuro; esta empresa acaba de nacer para ser líder en las soluciones para las empresas. La palabra que subyace en el proceso de separación que vivimos es foco. Esposible quehace cuatro años se valorara con distinta vara de medir la situación del mercado y de HP, pero ahora carece de interés. ¿Qué relación van a mantener las dos mitades nacidas de la separación? La relación entre Hewlett-Packard Enterprise y HP Inc. será de socios industriales que trabajarán conjuntamente en proyectos, cuando corresponda. Naturalmente, cada una responde de su cuenta de resultados ante sus accionistas. ¿Cómo se materializa ese foco en Hewlett-Packard Enterprise? Con cuatro divisiones muy complementarias. La primera, continuidad del anterior Entrerpise Group, se dedica fundamentalmente a las infraestructuras: servidores, almacenamiento, redes, etcétera, más los servicios afines de tecnología, integración y consultoría. Luego está Enterprise Services, cuyo papel es determinanteenlaexternalizacióndeprocesos tecnológicos y cumple una función clave para los clientes en la transformación de sus negocios. En tercer lugar, la división de software, muy activa en las áreas de Big Data, cloud, automatización, seguridad... Finalmente, tenemos una división de servicios financieros, para facilitar que todo lo anterior se pueda hacer en las mejores condiciones para los clientes. ¿Cómo diferenciar el mensaje, ahora que toda la industria predica la transformación digital como un evangelio? Todos sabemos que hay empresas nativas digitales que funcionan en entornos modernos porque no arrastran una herencia tecnológica de décadas, lo que se llama legacy. Pero la mayoría de las empresas no son así. Nadie puede triunfar en la nueva economía sin ser digital, sin modernizar sus infraestructuras, sus procesos y aplicaciones. [...] sin renunciar a la herencia recibida. Lo realista es entender que lo anterior no es que fuera malo, sino que el futuro es mejor, y movernos –todos: nosotros y los clientes– al ritmo adecuado. Somos una compañía de 53.000 millones de dólares [facturación estimada al cierre del año fiscal el 31 de octubre], que compite en un mercado global cuyo valor potencial se ha calculado en 1 billón de dólares. Los analistas hablan de un 3 o 4 por ciento de crecimiento anual, que en esa magnitud no es ninguna tontería. Con toda seriedad, nos planteamos ser líderes en cada segmento de ese mercado. ¿En cuáles lo tienen más fácil? Fácil, en ninguno. Pero le daré unos datos: en servidores tenemos una cuota José María de la Torre, presidente de la filial española de HPE