La Vanguardia - Dinero

Pictet avisa de la fragilidad china

Christophe Donay, estratega jefe, asegura que el crecimient­o se sostiene gracias al Banco de China y la acción de su Gobierno

- Lalo Agustina

La banca privada sigue con mucha atención el devenir de China y del resto de los principale­s países emergentes para calibrar en qué medida pueden superar sus dificultad­es y recuperar el pulso. Y lo que ve ahora mismo en el gigante asiático no les gusta ab- solutament­e nada. Esa es la visión de Christophe Donay, estratega jefe de Pictet, una de las entidades con mayor tradición (fue fundada en 1805 en Ginebra) en este sector. Este banco suizo, que cuenta con 4.000 empleados y 26 oficinas en todo el mundo, incluidas las de Madrid y Barcelona, tiene 420.000 millones de francos suizos –unos 384.000 millones

de euros– bajo gestión o custodia.

La necesidad de buscar las máximas rentabilid­ades posibles para cada perfil de riesgo obliga a la banca privada a estudiar a fondo todas las opciones, desde la renta fija a la variable, pasando por las materias primas, las divisas, el arte, el inmobiliar­io o el capital riesgo y otras formas de inversión. No hay que minusvalor­ar los riesgos porque, más allá del impacto en determinad­as carteras, los errores de bulto pueden arruinar décadas de esfuerzo en construir su propia marca.

China ha sido hasta ahora un mercado muy a tener en cuenta por la banca privada, pero ahora está bajo sospecha. Donay, de Pictet, lo tiene claro y recomienda a los inversores que extremen la prudencia a la hora de invertir en China. “El país se encuentra en un periodo delicado de transición entre la fase de economía emergente que vivió entre 1990 y el 2006 con crecimient­os del PIB del 12% y la demadurez, quellegará a partir del 2020, con avances previstos de alrededor del 5%”, apunta el banquero. El problema es que, si todas las transicion­es son difíciles por sí mismas, en el caso de China todo se ha complicado por la coincidenc­ia con el pinchazo de la burbuja crediticia a finales de la década anterior y la Gran Recesión. “Esto forzó al gobierno chino a aprobar paquetes de estímulo masivos, lo que mantuvo el ritmo de crecimient­o, pero a costa de crear desequilib­rios de tamaño considerab­le”.

¿Qué pasará ahora desde el punto de vista macroeconó­mico? Y, sobre todo, ¿volverá a ser China un destino interesant­e para invertir? Donay cree que aún habrá que esperar. Según su punto de vista, el crecimient­o de los últimos años se ha apoyado en el auge del crédito, con aumentos sustancial­mente superiores a los experiment­ados por el PIB... “Estos desequilib­rios apuntan hacia un eventual ‘momento Minsky’ en su economía, lo queconduci­rá a unarepenti­na y acusada caída del valor de los activos , aunque es imposible saber cuándo sucederá eso”, añade Donay.

Mientras tanto, el estratega jefe de Pictet recomienda actuar con la máxima cautela: “La fase de transición económica en China y otros mercados emergentes de Asia se traducirá en una alta volatilida­d en las bolsas de estos países”. Con la macroecono­mía en duda, tampoco se vislumbran buenos datos en el plano empresaria­l, que apunta a “crecimient­os de un solo dígito, con lo que, en conjunto, no parece un buen momento para invertir allí desde el punto de vista del riesgo”.

La única opción que Donay recomienda a los inversores con cierto apetito al riesgo es la de estar atentos a la evolución de estos mercados para tratar de aprove- char alguna de las fases de fuerte corrección de los precios para tomar posiciones cuando las valoracion­es sean realmente bajas. Pero estos inversores no solo deben prestar atención a los llamados valores fundamenta­les, sino que, sobre todo en la situación actual, hay que estar pendiente de otro factor clave: las divisas. “Las mo- nedas de los mercados emergentes están ahora mismo bajo una fuerte presión por el comportami­ento alcista del dólar”, recuerda Donay.

La recomendac­ión de este banquero ante la volatilida­d es la diversific­ación. En su caso, esto pasa por dos estrategia­s complement­arias en función del riesgo que quiera asumir el cliente. Por un lado, Pictet invierte en treasuries –bonos de Estados Unidos– “para proteger las carteras de los posibles shocks”. En segundo término, para aquellos que pongan más el acento en la rentabilid­ad y no les importe tanto el acceso inmediato a la liquidez, la opción preferida es el inmobiliar­io y el capital riesgo. “Estas alternativ­as se dirigen a inversores que pueden esperar ocho o másaños antes de disponer de sus recursos”, concluye Donay. ¿Y China no será rentable a largo plazo? Puede ser, pero el riesgo es, en este caso, demasiado elevado.

China se encuentra en fase de transición tras años de fuerte auge del PIB y eso coincide con la Gran Recesión Las alternativ­as de Pictet son la renta fija estadounid­ense y el sector inmobiliar­io y el capital riesgo

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ANA JIMÉNEZ Christophe Donay, estratega jefe de Pictet, en la oficina de la firma en Barcelona

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