Regeneración sindical
La crisis económica se ha llevado por delante el poder de los sindicatos
El poder sindical ha desaparecido en España. La gran crisis se lo ha llevado por delante, como otras tantas cosas. Esto es lo que se ha puesto de manifiesto en el 42.º congreso de la UGT. La sucesión de Cándido Méndez después de 22 años de mandato marca un cambio de rumbo. Seguirá a la de Juan Ignacio Fernández Toxo dentro de un año enCC.OO. El sindicalismo nació con la revolución industrial y aún está por ver si es capaz de adaptarse a la revolución digital.
Como se ha podido comprobar en el congreso ugetista, no será un cambio radical. Los sindicatos, al estar muy pegados al terreno, son muy pragmáticos y eso les hace ser muy conservadores. Pasar de la era analógica a la era digital está modificando no sólo nuestra forma de trabajar, sino también la manera de organizarnos. Esto supone una transformación radical de las relaciones laboral es que se tendrá que traducir en un nuevo Estatuto de los Trabajadores y eso lo tendrán que hacer unos nuevos dirigentes políticos y sindicales.
Los sindicatos de clase fueron la punta de lanza contra el franquismo, mientras que las organizaciones empresariales se mantuvieron fieles al régimen, incluso después de la muerte del dictador. Eso les dio una enorme legitimidad democrática y una fuerza moral que han dilapidado en estos últimos cuarenta años. La configuración de una especie de casta en la que los intereses de la burocracia sindical primaban sobre los intereses de los trabajadores los alejó del acalle y de las empresas; después, la crisis y la corrupción hicieron el resto.
Ahora tienen la oportunidad de regenerarse como les está ocurriendo a los partidos políticos, pero noles va a resultar fácil. Comose ha podido comprobar en el congreso ugetista, es fundamental que se despoliticen y se profesionalicen.
Los sindicatos, en esta cuarta revolución industrial, son más necesarios que nunca porque se necesitan organizaciones intermedias que canalicen el conflicto social. Lo que ha pasado con el 15-M, las mareas o hechos similares nos debería hacer reflexionar a todos. La duda es si serán estos sindicatos u otros distintos capaces de mirar más al futuro que al pasado. Si consiguen adaptarse, no necesariamente tienen que extinguirse como les ocurrió a los dinosaurios con la glaciación. Pero para ello tienen que conectar con los mil lenials, los jóvenes que han nacido en los años ochenta y que se ha desarrollado profesionalmente en el nuevo milenio.
Estos jóvenes han estado sometidos a una especie de ley del silencio hasta que han explotado. Los intereses de los trabajadores insta-
Con Méndez y con Toxo se va un modo de hacer sindicalismo lados, que es el núcleo de afiliación de los sindicatos, han sido el principal muro de entrada que han impedido que los jóvenes entras en en el mercado laboral en igualdad de condiciones con los que ya estaban. Los sindicatos, por su propia naturaleza, tienen un componente corporativo, que en más de una ocasión los ha llevado a enfrentarse a los intereses generales de la sociedad. Nunca les ha gustado ni la transparencia y mucho menos la competencia, y sobre todo si provenía de una nueva generación infinitamente mejor preparada para hacer la transición del mundo analógico al digital.
Por tanto, es necesario un pacto generacional que permita un mar- co laboral másjusto. Los sindicatos deberían ser los más interesados en terminar con un mercado laboral dual donde los trabajadores temporales no tienen ningún tipo de protección y los fijos están sobreprotegidos.
Si la nueva cúpula sindical que se irá configurando en los próximos meses como consecuencia del relevo deMéndezyToxo conecta con las nuevas generaciones y con los trabajadores emigrantes, los sindicatos podrán recuperar parte del poder perdido. Si no lo consiguen, simplemente se irán extinguiendo como la llama de una vela cuando ha quemadola cera que la sustenta.