En la universidad
Los fondos de inversión también pueden ser vehículos para generar rentas con las que alimentar proyectos de tipo educativo. Hace más de 150 años que en las universidades estadounidenses se utilizan estas instituciones financieras, conocidas como endowment, para dotar de recursos estables de carácter alternativo y a largo plazo a universidades tan conocidas como las de Yale o Harvard. Son fondos que contribuyen a hacer más sostenibles los proyectos educativos, al margen de los ciclos económicos.
En España existe desde hace diez años un fondo de este tipo, el primero que se ha creado en el país, el GFE Aequitas Fund, que sirve como fuente alternativa de financiación para la Universidad de Navarra. El fondo está gestionado por GFED (Gestión Fondo Educativo), un grupo de profesionales con amplia experiencia en la gestión de activos que asesoran a entidades de este tipo en España y en algunos otros países europeos, excluida Gran Bretaña.
Este fondo sigue el modelo del endowment americano, aunque “con un nivel de riesgo más bajo para adaptarse a un entorno más conservador, por lo que combina la gestión dinámica con coberturas”, explica María Vázquez Ferrándiz, directora general del fondo. En los últimos diez años, desde que está en el mercado, el fondo ha conseguido una rentabilidad media anual del 6,88%, que se compara bastante bien con el 6,48% del Ibex, aunque algunos endowment con mayor tradición inversora, como el de la Universidad de Harvard, han logrado un 7,56% de media anual en ese mismo lapso de tiempo.
“La filosofía de estos fondos –explica María Vázquez– implica mantener una política de inversión coherente y flexible, con énfasis en la diversificación entre clases de activos y capaz de aprovechar las oportunidades de los mercados. Con esta filosofía, los endowment han conseguido a largo plazo unos retornos muy superiores a la media del mercado”.