“Es preciso invertir en redes, ante la presión de la demanda”
En noviembre se anunció una alianza entre Ericsson y Cisco que fue entendida como reacción ante la compra de Alcatel Lucent por Nokia, que ha vuelto a trastornar el mercado de las redes de telecomunicaciones. El asunto debía ser el tema central de la entrevista con Kulvinder (Kelly) Ahuja, vicepresidente senior de Cisco y responsable del negocio de la compañía como suministrador de los telecos de todo el mundo. Ahuja ha estado personalmente involucrado en las negociaciones para combinar, sin llegar a una fusión, las fuerzas de ambas firmas.
El entrevistado habló del acuerdo con Ericsson, pero antes se refirió a la irregular progresión de las inversiones de sus clientes, y describió dos tendencias que se debatieron en el Mobile World Congress: para ser capaces de atender el imparable crecimiento del tráfico, las redes tienen que acelerar su softwarización y su cloudificación (sic). ¿Son veraces las advertencias acerca de un frenazo de las inversiones en redes de telecomunicaciones? Un frenazo es imposible, pero pueden estabilizarse. Depende del lugar que cada uno ocupe en la cadena de valor. Algunos operadores nos han dicho que van a invertir menos en ciertas partes de su infraestructura, pero seguirán invirtiendo en otras. Según los analistas, el capex [gastos de capital] global se va a mantener estable, lo que no es del todo bueno, pero es lo que hay. En cuanto al impacto sobre la industria, no todos vendemos lo mismo. La perspectiva de Cisco, constatamos que el tráfico crece según lo previsto, o más, y repercute positivamente en los ingresos de los operadores; pero aunque tráfico e ingresos no crecieran en la misma proporción, es imprescindible invertir en redes si se quiere atender la presión de la demanda de los usuarios. ¿En qué partes de la infraestructura invierten las telecos? Hay una clara tendencia a la cloudificación de las redes. En el modelo tradicional, cada operador construía y desplegaba su red móvil; en el nuevo modelo habrá más redes virtuales compartidas para dar servicios a clientes de diferentes operadores; es lo que se contempla en las conexiones del internet de las cosas. ¿Es decir que habrá diferentes operadores con distintos flujos de negocio? Correcto. Hoy, los operadores son propietarios de su infraestructura, utilizan frecuencias por las que han pagado, tienen desplegadas redes fijas, móviles o de cable [...] Junto a ellos habrá otros proveedores de servicios que no tendrán infraestructuras propias. Está ocurriendo, pero para que pueda hablarse de nuevo modelo, las redes tendrán que ser elásticas. Por esta razón, entre otras, la oferta de Cisco está ahora más orientada al software. Aquí, en el MWC se ha hablado mucho de NFV [network functions virtualization]. ¿A qué se debe? Está relacionado con su primera pregunta. NFV, es decir la virtualización, es un punto de inflexión, porque los proveedores de servicios tienen una necesidad más acuciante de reducir su opex [gastos operativos] que de recortar su capex y por tanto se preguntan cuál es el nivel de inversión idóneo. Otro gran tema del MWC de este año ha sido el internet de las cosas [IoT, según la sigla inglesa], que se va concretando, aunque todavía está verde. Los operadores lo ven como oportunidad, pero ¿tendrán que desplegar nuevas redes? IoT plantea a la vez un reto técnico y un reto para el negocio de los operadores. Desde el segundo punto de vista, la oportunidad para ellos es enorme, siempre y cuando cambien de mentalidad [...] Hasta ahora, han calculado sus tarifas en dólares/euros por mes, por dispositivo o por servicio de datos. En IoT será diferente: el precio se calculará en centavos por cada transacción. Y en lugar de mirar el ingreso medio por usuario habrá que mirar el ingreso medio por bit, y asegurarse de que la rentabilidad mejore la del modelo actual. Me ha dicho que había también un reto técnico... Sí. Las redes existentes son muy rígidas; el operador decide cuánta capacidad desplegar y cómo repartirla entre sus servicios convencionales, pero no tiene flexibilidad. Con IoT, no es posible prever cuándo ni dónde se producirá un salto en la demanda, y si la demanda es elástica también tiene que ser elástica la capacidad, para responder a distintas situaciones. La alianza entre Cisco y Ericsson ha sido una sorpresa para propios y extraños. Pero, desde el anuncio casi no ha habido noticias. ¿Qué estrategia común las une y cuál es el papel de cada compañía? Los operadores –preferimos llamarles proveedores de servicios– necesitan ayuda de la industria en tres facetas: moverse más rápidamente, es decir coger velocidad; innovar más y mejor, sacar nuevos servicios al mercado; y, por último, cómo combinar velocidad e innovación es la base del crecimiento. ¿Qué venderán juntos y a quién se lo venderán? Inicialmente, vamos a poner el acento en los proveedores de servicios, y con ese fin hemos identificado que ciertas soluciones de Ericsson se apoyen en productos de Cisco; hemos empezado a trabajar en desarrollos comunes que potencian las respectivas carteras de propiedad intelectual. Por su parte, Ericsson tiene como objetivo diversificarse más allá de sus clientes tradicionales y penetrar en el mundo de las empresas; contar con la experiencia de Cisco puede serle útil. Donde uno es fuerte, el otro no lo es tanto, y viceversa. Esa es la idea. En los primeros 75 días desde que se anunció, con vacaciones por medio, han germinado más de 200 conversaciones con clientes potenciales, y esta semana hemos comunicado tres contratos firmados en las últimas semanas [...] y también anunciamos seis soluciones basadas en nuestros productos y empaquetadas con los suyos; hay muchas más iniciativas en marcha.
Según los analistas, el ‘capex’ [gastos de capital] global se va a mantener estable, lo que no es del todo bueno, pero es lo que hay” En el nuevo modelo habrá más redes virtuales compartidas para dar servicios a clientes de diferentes operadores”