Los consejos de António Costa
El llamamiento patriótico del ministro Caldeira Cabral entronca con lo que en Portugal se conoce ya popularmente con los “consejos de Costa”, en referencia a las recomendaciones que hizo el primer ministro para reducir el impacto de los cambios en la estructura fiscal introducidos en el presupuesto del Estado de este año, el primero elaborado por el Gobierno en minoría socialista, apoyado en el Parlamento por el Bloco de Esquerda y los comunistas. António Costa sugirió que si se viaja en transporte público y no se fuma, se evitará sufrir la parte negativa del presupuesto, mientras sí se disfruta de sus beneficios, porque se ha reducido la presión del impuesto sobre la renta, así como algunas de las partes del IVA de la hostelería.
Aunque fuese con el coste de ser parodiado en la televisión y en las redes sociales, Costa ha conseguido cuadrar el círculo de pactar al mismo tiempo con sus aliados de izquierda y con los socios europeos, que acabaron por dar la luz verde a las cuentas públicas portuguesas, después de una confusa discusión sobre un plan de ajustes alternativos, por si fallan las optimistas previsiones de crecimiento económico. En Bruselas anunciaron que esas medidas eran para cumplir, mientras que el Gobierno luso sostenía que eran sólo por si acaso y por ahora se ha salido con la suya.