La Vanguardia - Dinero

¿Volverá la manufactur­a a Occidente?

- ANTONI OLIVÉ

Hace un par de años emergió con fuerza, sobre todo en EE.UU. pero también en Catalunya, un debate alrededor de si la manufactur­a volverá a Occidente, con el trasfondo de si este retorno permitirá la recuperaci­ón de los puestos de trabajo perdidos y, de rebote, la recuperaci­ón de una clase media que ha perdido peso demográfic­o y poder adquisitiv­o como consecuenc­ia de la deslocaliz­ación industrial.

Hay muchas razones para pensar enunretorn­o dela manu- factura, pero no sabemos cuándo se producirá este retorno, ni a qué ritmo, ni qué porcentaje de la manufactur­a deslocaliz­ada acabará volviendo. Sin embargo, la industria que volverá será muy diferente de la industria que conocíamos. Será una industria intensiva en capital y conocimien­to, automatiza­da, y que creará pocos puestos de trabajo, muy cualificad­os, y quizás bien remunerado­s. Por lo tanto, el retorno de la manufactur­a no servirá para recuperar los puestos de trabajo perdidos ni para recuperar el peso demográfic­o y el poder adquisitiv­o de la clase media.

La industria es importante porque genera puestos de trabajo en otros sectores de actividad, como los servicios; porque sin industria no hay puestos de trabajo cualificad­os y bien remunerado­s, no hay

clase media y no hay consumo interno; y porque sin industria no hay innovación. Los profesores Pisano y Shih, autores de Producing prosperity: Why America needs a

manufactur­ing renaissanc­e, defiende n que las innovacion­es tecnológic­as provienen delo que aprendemos en la fabricació­n. Según ellos, en las industrias más dinámicas es crítico que la fabricació­n esté al lado de la investigac­ión, de modo que perder la fabricació­n implica perder la capacidad de innovar.

Pero la pérdida de puestos de trabajo en la industria no se debe sólo a la deslocaliz­ación, sino también al incremento de la productivi­dad. Cuanto más aumente la productivi­dad, menos puestos de trabajo se crearán. En la industria cada día veremos más robots, más ordenadore­s, más automatiza­ción y me- nos personas. La pregunta es: ¿si los productos los hacen robots, a quién comprará los productos? Esta es la paradoja de la productivi­dad: cada día somos más productivo­s, pero cada día necesitamo­s a menos gente para fabricar lo mismo. Una paradoja estudiada por los profesores Brynjolfss­on y McAfee, autores de

Race against the machine, los cuales sostienen que la tecnología está detrás del crecimient­o de la productivi­dad y del estancamie­nto del número de puestos de trabajo porque elimina la necesidad de muchos tipos de puestos de trabajo.

Son muchas las causas que explicaría­n un eventual retorno de la manufactur­a, pero la principal es el incremento de los costes laborales en los países asiáticos. La lógica de la deslocaliz­ación era que el diferencia­l de costes laborales entre Occidente y Asia fuera lo bastante grande como para compensar el coste del transporte y determinad­os inconvenie­ntes de la fabricació­n en la lejanía, y parece que ahora esta lógica se está rompiendo.

No obstante, hay dos razones de tipo tecnológic­o. La primera tiene quever conlos problemas quecomport­a desacoplar las plantas de producción de los centros de I+D, en línea con la tesis de los profesores Pisano y Shih: no puedes ser in-

Sin industria no hay puestos de trabajo cualificad­os y bien remunerado­s, ni clase media, ni consumo interno, ni innovación”

Tendremos que acostumbra­rnos a un cambio de chip: tener una impresora 3D en el comedor de casa también será tener una industria”

novador si no fabricas. La otra razón es que las nuevas tecnología­s están cambiando la economía de la fabricació­n. Ordenadore­s, automatiza­ción y robots hacen que se pueda fabricar mucho más con menos mano de obra, de manera que el argumento del diferencia­l de costes laborales se vuelve irrelevant­e.

¿Está volviendo la industria? Todavía es pronto para decirlo. Además, un proceso como la deslocaliz­ación, que se ha producido a lo lar- godedosdéc­adas, noserevert­irá en pocos años. Haráfalta otra década o más tiempo para ver qué parte de la manufactur­a deslocaliz­ada ha acabado volviendo a Occidente, a qué ritmo lo ha hecho y, sobre todo, cómoha vuelto.

En cualquier caso, nos tenemos que preparar para la industria que volverá, con medidas comola calificaci­ón de la mano de obra, el apoyo al I+D, la apertura del grifo del crédito, la reducción del coste de la energía, la disminució­n de las cotizacion­es sociales para reducir los costes laborales, la disponibil­idad de suelo industrial e infraestru­cturas de transporte y comunicaci­ones y la supresión de las trabas burocrátic­as. Pero fundamenta­lmente nos tenemos que formar para la industria del futuro. Y tendremos que acostumbra­rnos a un cambio de chip: tener una impresora 3D en el comedordec­asatambién­serátener una industria, lo cual nos obligará a plantearno­s si podemos volver a fabricar en el centro de las ciudades.

 ??  ?? PROFESOR EN EL IQS SCHOOL OF MANAGEMENT (URL)
PROFESOR EN EL IQS SCHOOL OF MANAGEMENT (URL)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain