India, ¿la nueva China?
En su último informe sobre perspectivas energéticas globales, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) dedica a India cuatro capítulos de un total de catorce. La AIE considera que este gigante asiático se encuentra en las etapas iniciales de una gran transformación que situará al sector energético del país como centro de la atención internacional. Dicho sector se está expandiendo rápidamente y debe afrontar nuevos e importantes desafíos a medida que el desarrollo industrial y el crecimiento económico se aceleren, impulsados por una firme voluntad política de sacar de la pobreza a millones de personas.
En la actualidad, India, la tercera mayor economía mundial (tras EE.UU. y China) y con 1.300 millones de habitantes (el 18% del planeta), tan sólo consume el 6% de la energía primaria del mundo. Y aunque desde el inicio del presente siglo las cifras absolutas se han multiplicado por dos, el consumo energético per cápita todavía se sitúa en torno a un tercio de la media mundial y alrededor de 240 millones de personas aún no tienen acceso a la electricidad.
Cerca de tres cuartas partes de la demanda de energía primaria de India se cubre hoy en día con combustibles fósiles (el carbón representa el 44% del total, el petróleo un 23% y el gas natural un 6%). Un porcentaje que se ha ido incrementando a medida que la biomasa utilizada para cocinar era reemplazada por gases licuados del petróleo (propano y butano), el número de vehículos crecía y el carbón, el recurso fósil autóctono más abundante, se consolidaba como la espina dorsal del sistema eléctrico (el 70% de la generación tiene este origen). La elevada dependencia de los combustibles fósiles constituye una preocupación adicional para India, especialmente cuando el país ha decidido sumarse a los esfuerzos contra el cambio climático suscritos por la comunidad internacional el pasado mes de diciembre en París.
De cara al futuro, las previsiones son que la demanda de energía en India crezca más rápidamente que en cualquier otro país, propulsada por dos factores: un crecimiento económico cuya media anual para el periodo 2013-2040 se estima en torno al 6,5% (frente al 4,8% de China) y un aumento demográfico que a un ritmo medio anual del 1,9% llevará a India a ser el país más poblado del mundo, con cerca de 1.600 millones de habitantes en 2040 (por delante de China con alrededor de 1.415 millones).
Con estas cifras, no resulta sorprendente que las previsiones apunten a que el consumo energético de India se habrá multiplicado por más de dos en el horizonte 2040, contabilizando cerca del 25% de todo el aumento del consumo global a dicha fecha. Por sectores, el industrial será el mayor consumidor de energía, en la medida que la fuerte demanda de infraestructuras y bienes de consumo propiciarán un boom de la manufactura. Sin duda, asignar a la industria el papel de motor del modelo de crecimiento supondrá un gran aumento de la energía necesaria para impulsar el desarrollo: a fin de cuentas, dicho sector necesita diez veces más energía por unidad de valor añadido que el requerido por el sector servicios. Y también com- portará un gran impacto medioambiental, incluido el empeoramiento de la calidad del aire en las grandes urbes.
El sector de la electricidad está llamado a jugar un papel esencial en el futuro desarrollo energético y económico de India, aunque en la actualidad dichos sector se encuentra rodeado de incertidumbres por la preocupante situación financiera de la distribución, la falta de una inversión adecuada en infraestructuras y la pobre calidad del servicio en muchas regiones. Las expectativas son que el fuerte crecimiento manufacturero, junto a la entrada al mercado de unos 580 millones de nuevos consumidores, supondrá un aumento medio de la demanda de electricidad de alrededor del 4,9% anual, de modo que para el 2040 se espera alcanzar una capacidad instalada cercana a la existente hoy en día en el conjunto de Europa.
Las malas noticias son que para lograr dicho objetivo el carbón seguirá siendo clave, de manera que casi la mitad del incremento neto de la generación mundial de electricidad a partir de dicha fuente tendrá lugar en India. Sin embargo, como contrapunto, también se espera un rápido crecimiento en el uso de fuentes energéticas bajas en carbono, es decir, nuclear y renovables, de tal forma que ambas representarán algo más de la mitad de la nueva capacidad eléctrica instalada entre el 2013 y el 2040.
India tiene un ambicioso plan de expansión de la generación eléctrica a partir las energías eólicas y solar fotovoltaica, de tal suerte que el país podría haberse convertido en el 2040 en el segundo mercado solar del mundo. Como resultado, el gigante asiático cumpliría sus compromisos de lucha contra el cambio climático, que pasan por lograr que en el 2030 un 40% de la capacidad de generación eléctrica instalada no se apoye en los combustibles fósiles.
El espectacular aumento del consumo energético previsto significa que India tendrá que movilizar todos los recursos autóctonos que pueda y, al mismo tiempo, incrementar sus importaciones. Según la AIE, en el 2040 estas últimas representarán más del 40% de toda la energía primaria requerida por el país, frente al 32% del 2013. A escala global, India está llamada a experimentar el mayor crecimiento en términos absolutos en el consumo de carbón y petróleo. Por lo que respecta al primero, pese a convertirse en el segundo productor mundial tras China, el país pasará a ocupar el primer puesto en el ranking de importadores en el transcurso de la presente década. Y en lo que se refiere al petróleo, la dependencia del exterior será cercana al 90% en el 2040, lo que situará las importaciones en la segunda posición a nivel mundial, precedidas por las de China y por delante de las de la Unión Europea y Estados Unidos. Otro sector con un importante potencial es el de las importaciones de gas natural licuado, donde India podría despuntar como el mercado con un crecimiento más rápido.
Todo apunta a que India tomará el relevo de China como centro de mayor crecimiento de la demanda energética en Asia, convirtiéndose así en la nueva locomotora global.
Las previsiones de la AIE apuntan a que el consumo energético de India se habrá multiplicado por más de dos en el horizonte 2040 India tiene un ambicioso plan de expansión de la solar fotovoltaica y en el 2014 podría haberse convertido en el segundo mercado solar del mundo