Una acepción pedestre de la transformación digital pone el acento en los costes, en ‘quitar grasa’
de manera más automatizada y “al mismo tiempo, personal y cariñosa”.
En la industria, que fue el primer oficio de Prodware cuando la controlaba la holandesa Baan [hoy lleva el nombre de su propietaria francesa], las empresas “no pueden seguir recortando ni externalizando; lo que han de hacer es agilizar la cadena de suministro, integrar horizontalmente y dotar de inteligencia a las operaciones, ahí es donde entran Internet de las Cosas y la analítica”.