Jaume Puig
Suben los valores cíclicos
Julio y agosto han sido mucho más que unos meses bursátilmente alcistas. Si observamos, sin más, las cotizaciones veremos que el Ibex 35 se ha revalorizado un 6,8% en los dos meses, el Eurostoxx50 un 5,5%, el S&P 500 un 3,4%, el Nasdaq un 7,7%, el Nikkei japonés un 8,4% y los mercados emergentes un 7,1%, todo ello en un entorno de una volatilidad muy baja y confortable para el inversor.
Sin embargo, no debería ser esa la noticia relevante. La conjunción de una campaña de resultados empresariales del segundo trimestre muy buena, una globalidad de noticias macroeconómicas publicadas claramente positivas, las inflaciones subyacentes del +0,8% en la zona euro y del +2,2% en EE.UU., y el nítido mensaje dado desde la Reserva Federal en cuanto a que la fortaleza económica justifica la reanudación de la subida de tipos, ha tenido un efecto muy claro no ya en las subidas en sí, sino en lo referente a qué sectores han subido.
Dentro de la zona euro, el sector bancario ha subido un 15,5% en estos dos meses, el de automóviles un 14,4%, el tecnológico un 10,6% y el industrial un 10,0%. En definitiva, han subido las empresas cíclicas, las más dependientes de la situación económica, ¿Y qué han hecho las empresas defensivas?, ¿subir menos como esperarían muchos inversores en un contexto alcista? No. Simplemente han bajado. El sector farmacéutico ha caído un -2,5%, el sector de electricidad y gas ha descendido un -2,1%, la alimentación un -1,3%, y telecomunicaciones ha subido un escaso 0,1%.
Si las bolsas están muy baratas en su conjunto, las empresas cíclicas lo están aún más. Los movimientos bursátiles de este verano tienen todo el sentido financiero, y precisamente por ello deberían tener continuidad.