Robert Tornabell
¿Vamos hacia un nuevo capitalismo?
Concentración Asistimos a una serie de compras y fusiones de grandes empresas que aumenta la concentración del poder
El capitalismo es un proceso sucesivo de destrucción y reconstrucción. Lo escribió Schumpeter en Capitalismo, Socialismo y Democracia y desde la literatura lo hizo Stefan Zweig. Asistimos en los últimos años a una serie de compras y fusiones de grandes empresas y aumenta la concentración del poder económico. Cuando los precios del petróleo son bajos, las grandes petroleras compran los yacimientos a un bajo coste y, en el entorno actual, pueden hacerlo con mayor facilidad porque tenemos los tipos de interés más bajos históricamente, lo que reduce el coste de capital. En enero de este año, Shell absorbió British Gas y las agroquímicas dominan las semillas (con riesgo para la biodiversidad), los fertilizantes y los pesticidas.
ChemChina compró en Suiza Sygenta y consiguió el acceso a tecnologías avanzadas de semillas y fertilizantes. Bayer puede tomar el control de Monsanto, el gigante de las semillas transgénicas, y convertirse, si los reguladores lo permiten, en la más grande compañía química del mundo. También pueden integrarse las ramas agroquímicas de DuPont y Dow Chemical. La canadiense Potash anunció su fusión con Agrium (fertilizantes). En el sector farmacéutico, las fusiones son también de grandes magnitudes.
Bajo el nuevo capitalismo, las multinacionales persiguen el dominio de los sectores que concentrarán la demanda de los próximos años. Los agricultores perderán la libertad de elegir las mejores semillas para mejorar los cultivos más sanos y los gigantes de la química argumentan que se preparan para hacer frente a la demanda de más de mil millones de nuevos consumidores de alimentos. El caso de las farmacéuticas no es menos delicado, porque las investigaciones para obtener nuevos medicamentos necesitan cuantiosos presupuestos y, en muchos casos, desde que se inicia un proceso hasta que se obtiene la aprobación de las autoridades sanitarias pueden transcurrir más de diez años.
El gobierno de India decidió romper las barreras existentes y producir medicamentos genéricos que tienen costes asequibles para los centros sanitarios de las regiones más pobres de un país de más de 1.200 millones de habitantes. Lo que está sucediendo lo anticipó hace años Rachel Carson cuando publicó The silent Spring (La Primavera silenciosa) y defendió el canto de los ruiseñores frente al uso de pesticidas, hasta que se restringió el uso del DDT. Para concluir, el sector agrario defiende la libertad de cultivar las mejores semillas y, afortunadamente, los que defienden la biodiversidad almacenaron en Noruega todas las variedades de semillas existentes. Están a buen recaudo, bajo recintos invulnerables situados bajo unidades de acero cubiertas de hielo.