El rugido de todo un superdeportivo
La segunda generación del deportivo R8 Spyder de Audi propone un diseño más deportivo, mayor rigidez y un sistema de conducción dinámica
Abrir la capota permite disfrutar con mayor intensidad el rugido y el empuje de su motor atmosférico V10
La primera generación del R8 Spyder debutó en 2010. Ahora, la nueva entrega de este singular y radical superdeportivo recoge toda la experiencia adquirida por la firma de los cuatro aros con el vehículo de competición R8 Le Mans GT3, desarrollado en paralelo con el modelo de serie y con el cual comparte casi la mitad de sus elementos.
La silueta está a la altura de los automóviles más distinguidos del mercado, aquéllos que elevan a la categoría de arte su diseño. Respecto al anterior, es más corto en 14 mm (4.416 mm) y crece 36 mm en anchura, alcanzando unos espectaculares 1.940 mm. Se mantienen inalteradas las cotas de altura (1.244 mm) y de distancia entre ejes, de 2.650 mm.
La parrilla Singleframe, grande y baja, refuerza la sensación de amplitud y los grupos ópticos cuentan con 37 diodos emisores de luz. Todo ello como equipo de serie. En opción se dispone de iluminación láser e intermitentes dinámicos.
La ligereza es un factor fundamental en un vehículo de referencia en deportividad como es el R8 Spyder. Se han empleado en su construcción diversos componentes de aluminio y de polímero reforzado con fibra de carbono, materiales que permiten disponer de un peso en vacío de 1.612 kilos y lograr una relación entre peso y potencia de 3,19 kg/CV. También se ha realizado un esfuerzo por ofrecer una capota de lona ligera: sus escasos 44 kilos refuerzan el bajo centro de gravedad del vehículo. Así, son necesarios tan solo 20 segundos para completar las maniobras de apertura o cierre de esta capota y se pueden ejecutar en marcha, siempre a velocidades inferiores a los 55 km/h.
Pasión dinámica El reducido peso es una de las claves de su dinamismo, pero el auténtico artífice de su apasionante rendimiento es el extraordinario motor gasolina V10 de 5,2 litros, capaz de rendir 540 CV de potencia máxima. En este caso, las cifras resultan más elocuentes que nunca: alcanza los 318 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y lo hace de 0 a 200 km/h en 11,8 segundos. Todo ello, acompañado de un rugido que va ganando en intensidad y profundidad a medida que aumenta el régimen de giro.
Audi ha trabajado con precisión también en el apartado de la eficiencia -equipa tecnología de desconexión de cilindros-, reduciendo en un 10 por ciento el con- sumo medio homologado, ahora de 11,7 l/100 km.
La tracción integral quattro y un diferencial autoblocante mecánico que actúa sobre el eje trasero se unen a la posición central y baja del motor para garantizar las reacciones más deportivas en la conducción. Por su parte, la caja de cambios S tronic de doble embrague y 7 relaciones, ubicada tras el motor, genera cambios de marcha extremadamente rápidos. Mediante el Audi drive select, el conductor puede escoger entre los modos de conducción confort, auto, dynamic e individual, al que se añade el programa performance para generar las máximas emociones.
Para disfrutar al máximo de la experiencia de conducción, el R8 Spyder equipa el sistema MMI Navegación plus con MMI touch, incluyendo la función de búsqueda de texto y control por voz. Por supuesto, el vehículo dispone de la máxima conectividad, gracias a Audi connect y Audi Smartphone interface.