Renfe y Adif no quieren perder el tren
Fomento se propone crear un holding que reagrupe el operador ferroviario y el gestor de la infraestructura. El objetivo es reforzarse frente a la competencia que vendrá en 2020
Marcha atrás. Diez años después de la separación de Renfe y Adif en dos empresas, el Ministerio de Fomento ha puesto encima de la mesa la posibilidad de volverlas a unir. El departamento que dirige Íñigo de la Serna ha retomado los estudios que se iniciaron en la etapa de Ana Pastor encaminados a la creación de un holding que agrupe ambas sociedades, un modelo que ya tienen Francia y Alemania, países que, en un escenario de liberalización del mercado europeo, previsto para 2020, serán los principales competidores de la operadora española.
Fomento no da detalles de lo que supondría la creación de este holding y se limita a recordar lo dicho por De la Serna esta última semana: que no hay ninguna decisión tomada y que, en todo caso, la operación persigue mejorar la coordinación entre Renfe y Adif –a todas luces, manifiestamente mejorable– y reforzar el músculo ferroviario español –“ser más fuertes, más eficaces, más competitivos”, ha repetido el ministro– decara a unentornode competencia.
La operación supondría agrupar seis entes distintos ya que tanto la operadora como la administradora han creado sus propias subsidiarias. La primera tiene cuatro divisiones para las actividades de viajeros, mercancías, fabricación y mantenimiento y alquiler de material. La segunda cuenta con una compañía para la red convencional y otra para la de alta velocidad. Constituir este holding supondría integrar verticalmente esta estructura.
Pero, más allá de los objetivos genéricos de mayor coordinación y volumen de cara a un escenario de mercado abierto, cabe preguntarse si el Gobiernobuscaalgomásaldesandar parte del camino recorrido y, en cierto modo, volver a juntar lo queen2005separó. Enelplano meramente financiero empresarial, además de las ventajas fiscales que tiene este tipo de agrupación, hay pocos cambios ya que Renfe y Adif, que hoy ya dependen de Fomento, deberán mantener cuentas separadas. La operadora obtuvo beneficios el año pasado por vez primera en su historia. Fueron 42,3 millones debidos en gran medida a ingresos extraordinarios. La previsión es cerrar este 2016 también en positivo, gracias, fundamentalmente, a la creciente generación de ingresos del AVE. En cambio, los resultados del administrador ferroviario sólo fueron favorables en 2015 en la red convencional, con 72,1 millones, pero negativos en la alta velocidad, exactamente en 361,2 millones. La deuda es significativamente mayor en Adif, especialmente en alta velocidad, 14.573,6 millones el pasado ejercicio, porque es la que ejecuta las obras de ampliación de la red. Y sigue subiendo, lo que compromete su futuro, según ha alertado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La sociedad que gestiona la red convencional debe 533,3 millones y Renfe, 4.700 millones.
En medios del sector ferroviario se apuntan razones de tipo defensivo, más que ofensivos, para la creación de este holding. La razón es el más que probable desembarco en España dela francesa SNCFylaalemana Deutsche Bahn (BD), dos poderosas compañías públicas que podrían estar interesadas en explotar los corredores ferroviarios de pasajeros más golosos de la península, especialmente el BarcelonaMadrid –la joya de la corona que aúntiene muchopotencial decrecimiento– y, cuando esté en funcionamiento, el del Mediterráneo, que enlazará la capital catalana con Valencia y algún día debería seguir el litoral hacia el sur. Según el economista Gerard Llobet, profesor del Centro de Estudios Monetarios y Financieros (Cemfi) y experto en regulación de mercados, “que Adif y Renfe se coordinen mejor no servirá para que la operadora española logre la explotación de una línea en Alemania o en Francia, pero sí para poner más difícil que las operadoras de estos países vengan a Es-
La apertura del mercado propició la división en 2005; hoy justifica el movimiento contrario